malvinas, argentinas,Imagen: http://www.losandes.com.ar/

La norma 27.02646" crossorigin="anonymous">67172262249646" crossorigin="anonymous">3 establece que el transporte público está obligado destacar inscripciones con la leyenda: ‘Las Islas Malvinas son argentinas”.

Luchar contra una potencia mundial por la soberanía territorial no es nada fácil. Sobre todo cuando esa potencia consiguió su titulación a fuerza de violencia, soberbia y prepotencia. Colonialismo simple y llano. El transporte público dice “Las Malvinas son argentinas”.

Manipulación de la coyuntura. Invasión cultural, política y militar ¿Cómo hacer que se respete el territorio nacional frente a un monstruo tan grande y violento? Con cultura. Con educación. Ya se dio el primer paso al ir al mundo a proclamarlo. Al hacernos escuchar en la ONU. Sin embargo, para recuperar la tierra es necesario -primero- hacer consciente a nuestro pueblo. Los argentinos tienen que pensar y creerlo primero: “Las Malvinas son argentinas”. Ahora es tiempo de dar ese uno nuevo. La ley nacional que obliga a que todos los transportes públicos de pasajeros lleven la leyenda «Las Islas Malvinas son argentinas» comenzó a regir hoy.

Los ingleses son conocidos por la diplomacia, pero no por respetarla. Su poderío histórico es fruto del atropello de las culturas a las que -de forma inquisidora- consideran inferiores. A esas culturas les han arrebatadas de sus riquezas, recursos e -incluso- sus propios territorios. Un pueblo que actúa pensando que el poder mundial solo puede alcanzarse por medio de la coersión. Ya sea política, económica o militar.

Argentina no es una potencia mundial. Es un pías latinoamericano, con pueblo que -en líneas generales- es pacifico. Solo un grupo de ignorantes, borrachos, demagogos, cipayos pudieron pensar que haciéndole una guerra a Inglaterra pueden sostenerse en el poder. Jóvenes enviados a morir por el capricho “vende patria” de un gobierno que se dedico a la violencia como forma de gobierno. Respondiendo a los ingleses con la misma moneda. Eso no representa, gracias al cielo, la Argentina de hoy en día.

Las cosas han cambiado. Ya no vivimos bajo las reglamentaciones de las dictaduras militares. La violencia ya no es vista como un modus operandi efectivo. Existe la violencia, es iluso negarlo. Pero solo es un resabio del pasado al que debemos dejar de lado, aprender de él y seguir.

En la actualidad, la democracia, las leyes y la justicia -con sus sus virtudes y sus errores- son los mecanismos efectivos para el progreso real de nuestro país.

Un buen ejemplo es la simple norma 27.023 que establece en su artículo 1 que «todos los medios de transporte público de pasajeros, de origen nacional, que presten servicios por cualquier título dentro de la jurisdicción del Estado nacional y también fuera del mismo, están obligados a disponer en sus unidades de transporte de un espacio visible y destacado en el que deberá inscribirse la leyenda ‘Las Islas Malvinas son argentinas”. La misma también dispone que la «tipografía» y el «formato» será determinado por «la reglamentación».

La ley ordena en su artículo 2 que la inscripción «será de aplicación al transporte público de pasajeros que se desplaza por calles, avenidas, rutas, autovías, autopistas, al realizado por ferrocarril, al transporte fluvial, lacustre, marítimo y aéreo».

Hoy Argentina entera sentirá en todos sus caminos las palabras de soberanía real. Porque si Argentina realmente desea recuperar las islas Malvinas, tiene que ser consciente de ello y todos debemos luchar en pos del mismo camino. Una iniciativa excelente, los mensajes más sencillos son los que prosperan y cambian el mundo positivamente.

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