El presidente nos habla de tiempos de meritocraciaR646" crossorigin="anonymous">67172262249646" crossorigin="anonymous">30;pero que diferente es negociar un empleo, un negocio, una inversión, cuando se tiene asegurado un plato de comida; a tener que hacerlo cuando no se lo tiene.

Para él ha de ser fácil. Nació con todo eso asegurado y mucho más.

Recuerdo cuando me quedé sin empleo, de un día para otro, casualmente pocos días después de que asumieran estos «meritócratas». La necesidad no me dejaba pensar. Tengo estudios finalizados. Universitarios y de posgrado en camino. Sin embargo, la necesidad me llevo a transformarme en  algo que hoy, si lo miro al espejo, lo desconozco.

Es que cuando lo más básico no puede sustentarse, el que plantea la «meritocracia» se aprovecha de ello… Y la transforma en lo que denominó la «aprovecho-ticracia» o gobierno de «unos pocos y para pocos».

Tiempos donde se construyen relatos donde la supervivencia es la del más apto, se recupera el valor darwinista que tuvo a finales de 1800 y durante las épocas más oscuras del 1900. Se vuelve al roquismo como modelo nacional. Cambiamos futuro por pasado.

Según esa teoría, quien nace esclavo merece serlo aún cuando las riquezas de quien lo proclama se justifica en dicha esclavitud. Su actualización: «es pobre porque elige serlo».

Es cierto que existen personas que no quieren trabajar. Eso es verdad. Pero la regla no es general. Así como también hay gente que piensa así que tienen buenas intenciones.

Sin embargo, salvando salvedades -valga la redundancia-, este es un discurso que justifica la inhumanidad en las relaciones humanas. Y la meritocracia es su  actualización.

Tiempos de meritocracia…

Apretaron F5 a sus teorías, desvirtuaron conceptos, los aplicaron a la «era de la desinformación» y lo quieren instalar como política de gobierno, como modelo de país.

Ello genera las contradicciones más extrañas. Personas de clase baja apoyando su propia neoesclavitud; personas de clase media con un sentido ajeno a su clase justificando ajustes en su propia estilo de vida y sustentado la transferencia de riquezas a quienes ya ostentan grandes riquezas.

Surge un discurso donde todos son vagos…pero el presidente siempre se muestra de vacaciones y distendido. Donde todos son corruptos, pero el mundo habla de «los tres presidentes más corrupto del mundo» y uno de ellos es el nuestro.

Gente en contra de la educación y la salud pública cuando son dos de las mayores conquistas que jamás tendrá un país. Cuando más de dos tercios de la población utiliza ambos servicios y derechos públicos. El ex-ministro de Educación, 4/reflexiones-gigantografia-esteban-bullrich/" target="_blank" rel="noreferrer noopener">Esteban Bullrich presentándose a los empresarios como un «gerente de recursos humanos».

La meritocracia es la excusa discursiva y pseudodemocratica que tiene el 1% del mundo para sustentarse en su posición. Para renovar el discurso de Milton Friedman y adaptarlo a los tiempos que corren.

Lo incomprensible -y esto es opinión mía- es ¿por qué  la gente lo acepta como tal?  Según sus principios, los únicos con méritos suficientes son ellos. Y cada vez que se ahonda más en el tema, uno va descubriendo que es prácticamente imposible ser parte de «ellos»…solo se está condenado a ser lo que define su ideología histórica: «un cabecita negra», «un negro choriplanero», «un vago».

Negro= esclavo. Choripanero= esclavo argentino. Eso nos dicen sin escrúpulos. Y a ello le agregan el termino «vago» mientras disfrutan sus vacaciones en los lugares más paradisíacos del mundo. Mientras financian sus vacaciones con el trabajo de esos «vagos».

Y no tiene nada de malo tomarse vacaciones. Otro de los grandes logros, es el derecho a las vacaciones y el descanso. Trascender el domingo inglés.
El problema reside en que, según sus términos, ellos tienen ese derecho ¿y la gente lo apoya? Parece que si. Pero gracias a la vida que, esta vez, somos muchos más los que nos damos cuenta de lo que están haciendo.
Si me pregunta, le digo que estamos en un tiempo donde ya no se entiende nada. Una nueva Edad Mediabasada en el automenosprecio y la sobre información. Nos venden la selfie como un mecanismo de autoidolatria, pero vivimos todo lo contrario.

Tiempos donde la incongruencia histórica reina, donde la racionalidad está en decadencia y el odio es una respuesta excelente para ocupar ese espacio. Volvemos a las cruzadas del Siglo XV. Contra los musulmanes. Contra todo aquel que piense distinto a la actualización de este pensamiento medieval.

Quizas por eso, «Game of Throne» sea la serie más vista en el planeta. Hay muchos que se creen «Lannister» y no son más que lacayos de sus deseos.


A vos: ¿son tiempos de meritocracia? ¿Qué te parece?

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