educacion,Foto: https://pixabay.com/

Un análisis futurista de la educación post-pandemia, luego de superar al coronavirus y constituir un modelo educativo del siglo XXI.

A cinco años de que el coronavirus detuviera como nunca antes el calendario escolar; la mayoría de países cuenta con educación personalizada y volvieron a ser importantes las manualidades.

Más de un lustro atrás, la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, fue el punto de inflexión de la 646" crossorigin="anonymous">6/30/papel-de-intelectuales-educacion-y-lenguaje-en-el-mundo-que-viene/" target="_blank" rel="noreferrer noopener">educación, del mismo modo que lo fue la Revolución Industrial, casi dos siglos atrás.

Del mismo modo que las escuelas gratuitas nacidas en la Revolución Industrial fueron una alternativa a la cárcel para muchos, el aislamiento provocado a inicios de 2020 por la COVID-19, revolucionó el sistema educativo al afectar a más de 1.500 millones de estudiantes en todo el planeta que no podían asistir a clase.

Aún hoy, años después, nos sigue llamando la atención el ciclo educativo que la mayoría de los países habían implementado, un ciclo de 9 meses estudiando y tres meses de vacaciones. Del mismo modo que ya nos hemos acostumbrado a que el enfoque de “educación única para todos”, en vigor durante cientos de años; tampoco tiene sentido.

NEPI, una educación personalizada

Nuestros hijos e hijas no tienen todos las mismas habilidades (en matemáticas, lengua, memoria, creatividad, comprensión lectora, etc.) por ello someterlos a que aprendan esto; todos al mismo ritmo, demostró ser ilógico y poco productivo. Pi tiene dos hijos y hoy es el primer día de clase para ellos. Tienen 7 y 10 años.

El más pequeño se inclina claramente hacia las especialidades en humanidades: lee en tres idiomas de forma casi perfecta. Su redacción es impecable, le gusta la música y la pintura y destaca en ambas. Su hermana mayor, en cambio, nunca estuvo muy interesada en la lectura pero mostró, desde muy pequeña, una comprensión notable de los números y las relaciones entre química, biología y matemáticas. 

Así, una vez aprendidas las habilidades básicas de las aritméticas y la lectura, los dos hermanos fueron escogiendo senderos cada vez más diferentes para su formación.

Y todo ello gracias a la ayuda de N.E.P.I. (siglas de Inteligencia Personal Neoeducativa, una idea nacida de la Singularity University, creada por Ray Kurzweil). En términos básicos, NEPI es como aquellas mascotas virtuales con las que se jugaba en los años 1990 y se debían alimentar y entretener…solo que elevada a la enésima potencia. 

Es una inteligencia artificial que aprende de nuestras capacidades, gustos y habilidades y, junto con la escuela a la que está conectada, programa nuestro avance educativo hasta que llegamos a la universidad. Si es que queremos ir. NEPI determin nuestro ritmo de aprendizaje, nos guía y sugiere hacia aquello en lo que podemos destacar y puede tomar una forma física, como un robot o un peluche conectado, pero también es un programa que se encuentra en nuestro ordenador, tableta y teléfono. 

A Pi le permite saber el progreso de sus hijos y es la familia, en conjunto con el sistema educativo, quienes determinan cuándo comienza el año lectivo y los objetivos que cada alumno debe cumplir.

De hecho, la mayoría de ellos solo van a clase 2 veces por semana, para tareas colaborativas y estas no siempre son con alumnos de su edad, lo que enriquece aún más el aprendizaje. De hecho Pi ha ido un paso más allá y ha diseñado, para sus hijos, un cuarto especial donde dan clases, utilizando realidad virtual.

Esta herramienta, diseñada en conjunto por Apple, Google y Microsoft, es un programa que permite enseñar, por ejemplo, matemáticas e historia al mismo tiempo, visitando a Pitágoras en la Antigua Grecia. Gracias a ello, la evolución en el aprendizaje de las ciencias exactas va a la par de las humanidades.  

Educación post-pandemia: volvieron las manualidades

Pero no todo es tecnología y la pandemia expuso la vulnerabilidad de la economía mundial a los colapsos de suministros esenciales. Esto hizo que también las habilidades manuales, las vocaciones y los oficios tradicionales se consideraran una vertiente educativa fundamental que debía ser transmitida, con el objetivo de preservar las herencias culturales, pero también apoyar este tipo de inclinación.

La realidad es que este cambio Pi ya lo había anticipado y por ello se preparó y preparó a sus hijos. Él había visto, ya en 2007 que Uruguay había creado una agencia específica que se aseguró que todos los niños y niñas recibieran un dispositivo personal y una conexión a Internet. Durante la primera semana del aislamiento por la pandemia, el uso de la plataforma de esta agencia aumentó en un 1.100 por ciento.

Otro ejemplo fueron los chatbots que la Universidad de Murcia, en España, comenzó a usar en 2020 para responder preguntas habituales de los alumnos. En aquel entonces, se alcanzó un porcentaje de respuestas correctas de 91%. Hoy, en el 2025 son ellos los que responden las dudas más habituales de los hijos de Pi; y dejan un tiempo muy valioso a los profesores para que lleven a cabo ideas más creativas y personalizadas.  

Por Juan Scaliter. Editición: Daniel Meza

px">(*) Este artículo fue publicado en NewNormal.Lat. Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, tecnología que suma”.

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