Fascismo - Caja boba

La pandemia y las condiciones previas han dado lugar a movimientos antipolíticos tan similares a los años 20/30 que asustan. Resurgimiento del fascismo en Argentina y el mundo, crónicas de un problema anunciado hace casi una década.

La antipolítica: cuna del Fascismo

La antipolítica es de por sí la cuna del fascismo. El lugar a partir del cual nació. Pero esa apatía se dio por un contexto que subestimó la situación social y como se estaba cultivando en la sociedad un espacio basado en principios de odio como manera de encontrar responsables, a cómo de lugar.

Este tipo de movimiento terminan reivindicando el pasado, las dictaduras y sus supuestos beneficios aunque en la actualidad son proclamados sus valores por generaciones que no han vivido dicho momento y parecen haber perdido la memoria generacional y Social al respecto.

Dicha situación es preocupante porque avanza en el mundo; y -tristemente- Argentina no se encuentra exenta.

Preocupante resurgimiento del Fascismo en la Argentina

En «El acecho de la antipolítica» de Daniel Feierstein (1) sostiene de manera pertinente muchas de estas aristas. Y algo que debe valorarse aún mas: el texto fue publicado antes del resultado electoral de las PASO. En su texto sostiene:

» La antipolítica en el mediano y largo plazo (…) la falta de registro de la gravedad de la situación se hizo explicita en las fallidas disculpas presidenciales, que desnudarte que no se comprende a que viene tanto enojo por lo que se considera apenas un «error» (…) El mayor riesgo de la antipolítica no se juega en el cortísimo plazo de la próxima elección, sino en sus posibles efectos a mediano y largo plazo.

(…)Richard Aronskind(2) califica de «jugar al empate» a la dificultad que ha tenido el oficialismo para tocar algunos de los intereses del poder económico durante lo que lleva en el gobierno».

Quizás este punto sea fundamental a la hora de ver la derrota electoral de septiembre. Feierstein continúa:

«Gran parte de la masa asalariada ocupada Argentina ha quedado por debajo de las condiciones mínimas de subsistencia; generando la paradoja de que no son solo los desocupados quienes integran el contingente de personas necesitadas sino millones de ciudadanos con empleo formal.

Es precisamente en estos sectores sociales donde históricamente ha germinado el fascismo, en aquellos que se perciben como clases medias pero se encuentran atrapados en un proceso de pauperización y buscan un responsable de sus penurias, a lo que hay que sumar la necesidad general de encontrar un responsable por el sufrimiento pandémico».

El caldo cultivo que da lugar a la antipolítica no solo está creado, sino que se lo ha subestimado.

En nuestro país, personas como Espert, Milei (trabajador de fondos especulativos), Juan José Gómez Centurión (ex cara pintada) o Patricia Bullrich (servicio durante la última dictadura) son personajes que van tomando lugar y no pueden subestimarse. Sobretodo porque avalan a genocidas y dictaduras con el apoyo de jóvenes que desconocen su pasado.

Sin embargo, como resalta Feierstein:

«Sería un error subestimar lo que anida esta sensación colectiva (…) El problema de fondo radica en las condiciones objetivas y subjetivas generadas para el crecimiento: una crisis recesión e inflacionaria, la pauperización de importantes fracciones que se autoperciben como clases medias, el divorcio de los dirigentes políticos con respecto a las transformaciones de la subjetividad dominante y la desmovilización y apatía resultantes, articuladas con la dificultad para ‘recuperar la calle’ en condiciones de una pandemia que vuelve peligroso precisamente el encuentro colectivo (…) con un movimiento político en ascenso que, si no se logra revertir esta tendencia, más temprano que tarde encontrará las figuras adecuadas para representarlo».

No es para tomar en broma este proceso de resurgimiento del Fascismo puesto que no es un hecho aislado en nuestro país. Es un fenómeno que se da a nivel mundial y ello es lo que más preocupante lo vuelve.

Foto: Amir-korenfeld
Fuentes:
(1) «El acecho de la antipolítica» de Daniel Feierstein. Le Monde Diplomatique. Edición 267. Septiembre 2021. Pag. 4-5.
(2) «Jugar al empate» de Ricardo Aronkinds. LaTeclaenRevista.com

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