La República Argentina vive tiempos claves. Uno donde se intenta construir una idea común que nos lleve del igualitarismo a la meritocracia. ¿Pero en qué consisten?
Hace un rato, en una especie de debate, alguien dijo hablándome a mi: «No admite la derrota…ya va a pasar».
Y hay algo que no entendí de ese dicho. Evite tomármelo a personal y me dedique a analizarlo como tal.
En lo personal, no dependo del Estado. Mis ingresos son prácticamente provenientes de otros sectores.
Pero esa persona y su mujer, sí. Los dos trabajan y dependen enteramente del Estado. Sus sueldos, mutuales, su familia.
Y eso te hace pensar. Las contradicciones que se han generado en la actualidad.
A lo que hemos llegado, una persona que trabaja enteramente para el Estado pidiendo que vuelva un «modelo de país privatista» como el propuesto por el paradigma PRO, cuando eso juega en contra de sus propios intereses.
Y no se trata de un debate «yo» o «nosotros». Es la naturaleza de supervivencia humana.
Y ellos no lo ocultan. Lo dicen clarito y sin tapujos. Desde Durán Barba hasta Marcos Peña, pasando por el presidente. (Si quiere saber más al respecto los invito a leer Le Monde Diplomatique en la nota titulada: «Del igualitarismo a la meritocracia» de @Ezequiel Adamovsky en su último número).
Realmente ya no entiendo nada. No entiendo como en tan poco tiempo se pudo vaciar tanto la política, para que una persona vote y atente contra sus propios intereses pensando que está bien hacerlo.
Porque una persona de clase alta que vota y defiende un gobierno de clase alta, no solo lo comprendo sino que lo respeto porque defiende su clase y sus intereses.
Pero no es el caso de la Argentina.
¿Como pasamos de debatir la corrupción como un mal estructural a escuchar que el ganador de una elección apoya y canta «X/Y se la come» para definir su triunfo o su mensaje político?
Eso es un vació de contenido total. Rellenado con palabras, pero sin contenido como tal
¿Como personas capacitadas, con altos estudios, con capacidad de reflexionar, hoy en día no están reflexionando (y me incluyo porque me suele pasar e -incluso- me sorprendo a mi mismo)?
Y no se trata de si «X» tiene la razón o si «Y» está equivocado. Simplemente se trata de razonar. De pensar lógicamente en base a lo que se propone y lo que se hace.
Como bien es la lógica, tomar X e Y para comprender. Sin el análisis no existe la comprensión, sin comprensión no hay lógica y mucho menos razonamiento.
Si usted me pregunta de que lado de la grieta estoy…es muy claro: de Julio Argentino Roca para acá…el debate es el mismo. Y por algo Roca está en los billetes de cien y quieren retirar el de Evita.
Yo soy congruente con la clase social a la que pertenezco.
La meritocracia y la igualdad, son lo mismo que la realidad: una construcción social. Como dijo @Thomas Piketty, en un análisis estadístico monumental de más de 250 años de historia económica del mundo:
«el capitalismo demostró que librado a su propios dinámica, no hace otra cosa que concentrar la riqueza en pocas manos. Puede discutirse si, a la vez, produce también un incremento de la pobreza (…) pero no cabe dudas de que genera mayor desigualdad».
Y hoy, me parece -y esto es un simple apreciación mía-, la gente aún no percibe lo que realmente está en juego y continúa debatiendo nombres, cuando el problema real son los modelos.
La sensibilidad, el malhumor y la manipulación social por parte de un aparato gigantesco que juega con la sobreinformación, está haciendo que las personas atenten -en democracia- contra sus propios intereses.