El peronismo argentino festejó este, 17 de octubre, su 173° aniversario de la jornada histórica que marcó para siempre Argentina y latinoamerica. Una que con virtudes y vicisitudes pero que proclamó tres banderas como sostén de una sociedad.
La Igualdad, la Justicia y la Economía Social. O como se dice en su versión popular: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Nacional.
Inclusión de la mujer en el sistema democrático. Promover y desarrollar las áreas de educación, salud, tecnología y las viviendas públicas. Distribución y salto de clase.
Ese formato que hoy se actualiza, pero sosteniendo sus bases. El peronismo tiene una virtud ideológica: existe un limite. Un limite que se traspasa pero solo con sus tres banderas a flote.
También con vicisitudes por distanciamientos innecesarios en momentos claves de la historia. Pero esas tres banderas siguen uniendo, traspasando partidos. Siempre con un limite, el de esas mismas.
Esa es la esencia idearía del movimiento. Tan vanguardista para su época que hasta el propio Wiston Churchill festejó la bombardeo del ´55.
Cuando de arriba te observan es porque estas haciendo algo.
«No dejen que Argentina se convierta en potencia, arrastrará tras de ella a toda América Latina» sostuvo el mandatario ingles. (Yalta, 1945).
Más adelante sostuvo a la “La caída del tirano Perón en Argentina es la mejor reparación al orgullo del Imperio y tiene para mí tanta importancia como la victoria de la segunda guerra mundial, y las fuerzas del Imperio Inglés no le darán tregua, cuartel ni descanso en vida, ni tampoco después de muerto» (Discurso en la Cámara de los Comunes 1955).
17 de Octubre: el discurso se repite en la actualidad
Hay distanciamientos. Hay espacios distintos, pero las tres banderas son tanto el limite como el punto de unión.
Nos pone frente a un ideario similar al predicado por el mandatario ingles del ´45. Solo basta poner de relieves los premios recibidos por las distintas coronas europeas desde 2015 a 2018.
Esos muchachos cruzaron el limite. Pero, en mi opinión, hay tres banderas que unen más que lo que alejan. Hace falta un frente patriótico que ponga fin a esta inescrupulosa entrega de nuestro país.
Hoy el peronismo se debate sobre la mesa y -eso- es otro triunfo del segundo mandato realmente democrático en la historia argentina.
Una que abarca desde 1810 a 1945. No es algo que se deba ocultar. 130 años con solo dos mandatos democráticos. Sin hablar de lo que sucedería años después.
Los tiempos supuestamente «cambiaron» pero -con lo que pasa en Brasil y las tendencias mundiales- hay que remarcarlo:
Esos tiempos ya pasaron. El debate lo hacemos a la vera de la luz, en la oscuridad: no la hacemos más. La democracia no se toca. Las tres banderas sociales del peronismo, tampoco.