#ArgentinaEnElFondo Tras el mayor endeudamiento de la historia y la sentencia de nuestra soberanía con la agencia usurera más reconocida del mundo, los propios representantes del FMI admiten públicamente que 2019 será un año muy complicado para nuestro la Argentina.
Endeudamiento del 116% del PBI, caída del 6,3% del PBI y una inflación cercana al 50% por segundo año consecutivo.
Si el gobierno realiza la Reforma Laboral prevista y demandada por el Fondo, la situación de muy grave pasará a catastrófica.
Lo que demanda el FMI no es nuevo, es el mecanismo de sometimiento que utiliza desde antaño.
Básicamente para ello se creó, como una herramienta de neocolonialismo para generar dependencia a los países que acuden a él.
Pensar que el ex panelista de TN y actual ministro de Economía, #NicolásDujovne, se reía de los que decía que #Cambiemos volvería al #FMI.
Pronóstico que se cumplió, como cada uno de los pronunciados durante la denominada «campaña del miedo», la cual hoy es «de terror».
Ya lo dice el antiguo refrán: «La culpa no es del chancho, sino del que le da de comer».
Y el sistema económico vigente, el neoliberalismo, es el alimento preferido de los porcinos.
Argentina cayó en un círculo vicioso en el que sus propios gobernantes la metieron intencionalmente.
No es casualidad que las mayores compañías usureras del mundo tengan representantes en el Gobierno Nacional.
Más que casualidad, es la causalidad de un gobierno que inició derribando la Ley de Medios para permitir un blindaje mediático, pagándole a los Fondos Buitres mucho más de lo que demandaban y priorizando la especulación financiera por sobre las bases firmes de la Industria Nacional y el trabajo real.
Por ello, no es una novedad lo que se plantea. La mentira como mecanismo de acción.