Sumate a las «Historias de una tierra de fuego» por José Ernesto Mangifave. Las crónicas fotográficas narradas desde el fin del mundo. Parte V
El 20 de septiembre de 1519 parte la nave capitana Trinidad al mando de Fernando de Magallanes. Nombrado por el soberano como gobernante de todos los Mundus Novus que descubriese. Con la misión de volver con cargados de especies, se lanzaron en un mar cósmico de aventuras y encuentros mitológicos.
En su paso descubriendo “mundos nuevos”, se encontró con gigantes a los cuales ellos solos les llegaban a la cintura. Fueron nombrados por Magallanes como patagão (‘pie grande’) o patagones, y a la región, Patagonia (la Patagonia Argentina).
Llego a un mundo de fuego, a un mundo donde de la tierra se desprendían gigantescas columnas de humo, producidas por la cantidad inmensa de gas natural que emanaba esa zona a la que los aborígenes habían prendido fuego en algún momento para hacer sus rituales mágicos. La bautizó como Tierra de los Fuegos.
De su viaje “astral” con su navío cósmico lanzado al océano galáctico del espacio profundo del espacio profundo , nos quedan innumerables historias, seres nuevos, culturas, etnias, el Estrecho de Magallanes que une nuestra “Tierra de los Fuegos” con el continente Americano, y una galaxia… La Gran Nube Magallanica.
La galaxia más brillante y visible desde nuestra propia Galaxia Vía Láctea. Visible predominantemente desde el Hemisferio Austral de la Tierra.
Tiene un diámetro de aproximadamente 35.000 años luz y contiene unas 30.000 millones de estrellas. Todas y cada unas de ellas navegadas por Magallanes, gobernante de todos los Mundus Novus que pudieran existir en esa galaxia. Por qué no solo cruzó los mares, también surcó el espacio.
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