Sumate a las «Historias de una tierra de fuego» por José Ernesto Mangifave. Las crónicas fotográficas narradas desde el fin del mundo. Parte VI
Luego de un día con una temperatura máxima de hasta 22 grados, por la tarde noche, llovió ininterrumpidamente durante una hora aproximadamente.
Lo curioso de esta tormenta es que fue eléctrica, fenómeno que en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, no es nada común.
Cito un artículo de la revista fueguina de divulgación científica La Lupa, el cual dice:
“En Tierra del Fuego, debido a su latitud, el sol no llega a calentar lo suficiente la superficie de la tierra y, en consecuencia, el clima es frío y la amplitud térmica es baja. Entonces, no se presentan las condiciones para generar una fuerte corriente de aire ascendente que promueva la formación de las nubes tormentosas. En días excepcionalmente calurosos, pueden producirse pequeñas tormentas eléctricas, pero la frecuencia es de UNA cada 2 o 3 años y de escasa duración.”
(La Lupa, p 15, año 7, Número 11).
Luego de la tormenta, hacia el oeste, las nubes se abrieron dando lugar a colores dorados, lilas, azul claro, crema, una variada gama de grises y un sin fin de formas con nubes que estando a diferentes altitudes, ascendían o descendían según las correntadas de aire.
Comparto con ustedes este pintoresco cielo fueguino.
Saludos.
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