Hay cosas difíciles de encontrarles un sentido. Parece mentira que las oportunidades sean vistas por ciertas personas como “formas de control” y las puertas abiertas como “modos de mantenernos entretenidos”. A veces, la culpa es del Chancho.
La palabra justa para ese tipo de acción se llama ignorancia. Simple, llana y clara ignorancia. Manipulación de los sentido para no entender la coyuntura. Ausencia de sentido común, falta de conocimiento de la realidad que alberga a nuestro país. Es molesto verlo, pero más molesto es callarlo.
En San Luis, el Estado ha puesto la Educación como “el eje principal para el desarrollo y el progreso” –en palabras textuales de su gobernador- hecho que significa que educar es tomado como mecanismo de inclusión de modo real. Ello implica, permitir que todos tengan la posibilidad de acceder al titulo primario y secundario, ya que hoy en día no haber terminado los ciclos básicos y complementarios de la etapa inicial de educación significa no pertenecer al mundo laboral en sí. O -al menos- no ser tenido en cuenta dentro del mismo. Eso hoy significa no poder insertarse en el mundo laboral.
La educación como eje de gobierno también busca la digitalización del sistema incorporando nuevos usuarios a través de un servicio provincial de Internet de calidad y de acceso libre y Gratuito.
Tiene sus fallas, seguro. Pero está ahí desarrollandosé de modo constante y permanente para garantizar que todos puedan acceder a él. Para ello, es necesario tener una antena de wi-fi, la cual el estado provincial regala a los alumnos que han finalizado el ciclo.
Brindar tantas oportunidades, no garantiza que el pueblo sepa aprovechar las mismas.
Permite su acceso en cuotas para aquellos que pertenecen al sector público. A ello, puede sumar que -a ciertos grupos- se les a brindado computadoras de forma gratuita. Digamos que se brindan muchas herramientas para poder acceder a un futuro mejor. Para transformar la realidad. Y en forma gratuita. O lo que no es gratis, de modo accesible. Posibilidades, nuevas oportunidades. Todas puertas abriendo caminos mas extensos, quizás complejos. Pero son oportunidades de jugárselas por algo mejor.
Ahora bien, eso no significa que la gente las aproveche. Por que la culpa no siempre es del que le da de comer, a veces el chancho tiene que hacerse responsable de sí mismo (parafraseando el antiguo dicho “la culpa no es del chancho, sino del que le dá de comer”).
Porque brindar tantas oportunidades, no garantiza que el pueblo sepa aprovechar las mismas. No garantiza que las computadoras, antenas, bicicletas y otros beneficios no sean cambiados por sumas de dineros que realmente no representan ni una quinta parte del capital que el estado les ha brindado. Y mucho menos representan lo que realmente son: herramientas para el progreso.
Hoy, estas tierras se encuentran en una encrucijada. Este tipo de accionar puede que haga tropezar todos los procesos de progreso a largo plazo que se están gestando. Porque el futuro se contruyó entre todos. Tiene responsabilidades el Estado, pero también se tiene que hacer responsable el pueblo. Actuar en consecuencia de las necesidades y oportunidades que el tiempo va presentando. Si no trabajan en conjunto, la dialéctica -la síntesis- nunca es posible. Por eso repito, no siempre la culpa es del chancho… pero tambien tiene que aprender a actuar bajo su propia responsabilidad y hacerse cargo de lo que hace.
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