Hay una historia que refiere a los tiempos de la Inquisición, las constantes guerras como método de vida y la ignorancia como principio rector del poder y la sociedad medieval. El Papa Gregorio IX y los gatos marcarían la historia de la humanidad.
En el año 1233, el Papa Gregorio IX dijo que los gatos eran la rencarnación de Lucifer o el diablo. Producto de ello, se comenzaron a matar todos los gatos en Europa. Con el paso del tiempo, con las guerras (y todas las enfermedades que ellas generan) sumado a la falta de higiene general de la sociedad de aquellos tiempos, las ratas comenzaron a dominar el continente europeo.
«En 1223, el papa Gregorio IX escribió Vox in rama, una bula papal que describe orgías de brujas confraternizando con Lucifer disfrazado de gato negro. Aunque el documento también implicaba a ranas y patos, un prejuicio antifelino barrió Europa y un incontable número de gatos fueron posteriormente cazados y ejecutados bajo sospecha de brujería».
«Lucifer puede aparecer ante sus adoradores
bajo la forma de un gran gato negro…»
Sin su principal depredaron, las ratas comenzaron a transmitir la conocida «peste bubónica» o también llamada «gripe española», conocida así porque España fue el único país en reconocerla. Todos los países recién estaban volviendo de la guerra y querían evitar dar malas noticias.
Dicha enfermedad se llevó consigo más de 100.000.000 de personas.
Papa Gregorio IX y la noción social medieval de los GATOS: servilismo y obediencia vs. carácter independiente
« La noción de que todos los seres vivos estaban creados por y para servir a Dios y podían ser utilizados por el hombre era ampliamente aceptada. Sin embargo, los felinos no entraban en tal definición: se trata de animales semisalvajes que mantienen un carácter independiente. No están dispuestos a seguir órdenes ni cuentan con la zalamería típica de los perros, el ejemplo de animal doméstico por antonomasia.
Esta naturaleza, definida como altiva y desinteresada llevó a generar serias dudas sobre su comportamiento, en especial cuando el sistema moral de la época (cristianismo) exigía ascetismo y obediencia, mientras las relaciones económicas feudales (vasallaje) se basaban en el servilismo y la lealtad de los siervos hacia los señores feudales. El temperamento propio de los gatos fue interpretado a partir de tales principios y sumó a la visión que más tarde habría de convertirse en una catástrofe para su población:
Esto provocó una especie de tensión conceptual. Si bien el gato posee las características de un buen cazador, es útil, «pero mientras lo haga permanece domesticado de manera incompleta». Los herejes también –en un sentido metafórico– no están completamente domesticados, ya que desafían el pensamiento ortodoxo y vagando libremente aquí y allá en su interpretación de las creencias religiosas, asemejándose a la definición de salvajismo incluida en los bestiarios. Simbólicamente, los gatos podrían ser el animal herético por excelencia».
Moraleja
Cuando te hagan creer en un prejuicio: investiga,
piensa, actúa…pero no te dejes llevar por ellos. Pueden
costarle la vida a la humanidad.
Foto: culturacolectiva
APORTAR en GVT Noticias