Han pasado 208 años desde la Revolución de Mayo. El momento en que, aquellos valientes patriotas, tomaron la determinación de crear un país libre y soberano que determinaría su propio futuro, su propio camino.
Sin embargo, tras tanto tiempo, hoy el país se encuentra en una encrucijada que le ha llevado a perder fuertemente sus lazos libertarios llevándolo nuevamente a los tiempos de Cisneros y su virreinato.
Son varios los hechos que lo evidencian. Desde lo sucedido en los festejos del bicentenario (09/07/2016) cuando el presidente le pidió -literalmente- disculpas al rey por independizarnos de España, hasta el ajuste neoliberal que se lleva adelante y la nefasto regreso al nefasto Fondo Monetario Internacional.
Algo que no se hizo ahora, la Reforma Previsional de 2017 lo deja en evidencia, sino que se mostró con «gradualismo» como le gusta decir a los actuales funcionarios de la Casa Rosada.
Hoy más que nunca, hay que levantar esos colores celestes y blancos, hay que tomar el toro por las hasta y hay que decir: «Argentina es un país libre y soberano».
Hay que decirle #NoAlFMI
Hay que hacerlo como nación, como ciudadanos. Salir del silencio abrumador de este apabullante aparato neocolonial en el cual nos están sumergiendo.
Porque -aunque parezca mentira- las medidas no son más que eso: herramientas para someter al país -nuevamente- al mundo colonial.
Disfrazado de económico, impuesto culturalmente.
Banalizando la política, los derechos constitucionales, las luchas sociales e -incluso- el valor de nuestros símbolos patrios.