Se cumplen casi dos años desde la llegada al poder de Mauricio Macri y «el mejor equipo de los últimos 50 años». Ningún indicador ha mejorado, por el contrario. Me pregunto: ¿Y si Cambiemos el cambio?
- Cambiamos futuro por pasado, dijo María Eugenia Vidal el 22 de noviembre de 2015. Adelantando casi toda la cuota de sinceridad que tendría por el resto de su hasta ahora conocido mandato.
- La represión dejó de ser mala palabra en la Argentina para pasar a ser orgullo del gobierno. Uno que demuestra que puede “resolver” “efectivamente” por la fuerza los conflictos sociales. Que tienen más que ver con las decisiones que se toman que con la violencia misma.
- Han dañado a la sociedad, y han resaltado nuestras miserias más profundas para usarlas a su favor:
- Se dejó de intentar convencernos de que somos “un país con buena gente”. Para decirnos que la muerte, la apatía con el otro, la indiferencia, la xenofobia son moneda corriente. Que el desprecio por el trabajo, por los intelectuales, y el sálvese quien pueda, son reclamos sociales que este gobierno piensa llevar adelante con orgullo y por mandato popular.
“Técnicamente” sus delitos no lo son, y “técnicamente” esto no es una dictadura.
El mejor equipo de los últimos 50 años
- Mientras le daban por DNU la obra del soterramiento del Sarmiento a el primo del presidente, hablaban de la no corrupción K de Lázaro Báez. Quien, como supuesto gran beneficiario de la obra pública recibió, en 12 años y vía licitaciones, un monto 5 veces menor que la obra del DNU. Es cierto, los amigos del cambio no son meramente corruptos, sino que son reyes de la corrupción.
- Mientras Carrió suma episodios con una muñeca llamada Republiquita y sus shows delirantes en el congreso.
- Han creado una Corte Suprema ultra dependiente, presionan públicamente a los jueces, y meten presos a políticos opositores de manera “preventiva”. Es decir, prevenir lo que no les agrada.
- A pesar de personajes y situaciones como estas, Nelson Castro ya no diagnostica síndrome de Hubris por TV, ni los periodistas que hace unos años “querían preguntar” les preguntan nada (o lo hacen a modo muy bobo) sobre el humo que vendieron. “Revolución de la alegría”, “pobreza cero”, “vivir mejor”, “no vas a perder nada de lo que ya tenés”, trabajo sin impuestos, lluvia de inversiones, «la inflación no va ser un problema», «¿el dolar?» y muchas más.
- El cambio es transversal, han embargado el futuro quitando el conectar igualdad, también le han quitado medicamentos y dignidad a nuestros abuelos. Le han vendido cuanto pescado podrido han podido a la clase media, llegando a convencerla incluso de endeudarse en UVAs.
- Y cada vez que algo les sale mal, Nisman sale a la cancha como un fiel nueve que utilizan para desviar la atención de la realidad. Y si no es el fiscal, te ponen el hurcán Irma, Venezuela, incluso jugaron con la despenalización del aborto para que no prestes atención al nefasto ajuste a las provincias y la toma de deuda más grande de la historia.
- Aunque destiñeron desde el primer día, aunque todo les sale mal, aunque se “equivocan” demasiado, la desinformación todavía es mucha, y hay quienes todavía tienen esperanzas de que el país va a “cambiar” con ellos. Hasta la palabra “cambio” han embargado.
- Lo de estos muchachos ha sido un «fracaso exitoso».Gastan más en intereses de Lebacs que en la totalidad de los subsidios de luz y gas.
- El 75% del déficit es financiero, el modelo económico hace agua, pero el gobierno en lugar de ajustar el déficit financiero está decidido a responsabilizar a la sociedad de su fiesta timbera.
- La resaca ya se hace ver, y ante ello, han decidido tomar unas copas de último momento: nos van a endeudar más todavía, ahora con el FMI. Ese al que prometieron no volver.
- Ese al que, el ex panelista de TN – que tiene un terreno que factura como baldío-, hoy se disfraza de superministro y nos conduce a un camino que ya conocemos.
- No podemos permitir que nos conduzcan al coma social y económico porque sí, ya demasiado cheque en blanco les hemos dado, la oposición debe empezar a ser oposición y a generar leyes que impidan responsablemente este mal cambio.
The best team..Cambiemos el cambio
Argentina sí es un país con buena gente, no «todos son así» como quieren imponernos; y como todas las personas del mundo, tenemos la responsabilidad de aprender y de cambiar lo que creamos que tenemos que cambiar, nos podemos equivocar, pero podemos volver a cambiar. Cambiemos.
El mes de mayo y junio de 2018 han marcado un antes y un después. Los argentinos, como bien nos tiene acostumbrado la historia, cambiamos abruptamente. Otra vez.
En tiempos de mundial, la analogía sirve. Teníamos un equipo para salir campeones del mundo y terminamos jugando el Nacional B con los mismos que fundieron el país hace 17 años.
Y no se trata de defender el modelo del gobierno pasado, hay que construir algo distinto, eso nadie lo niego; hay que pensar en el futuro.
Volvimos a caer en la trampa
¿y si cambiamos el cambio?
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