Ser libre no significa alejarse del mundo. Mucho menos fomentar la xenofobia ni la incultura. Ser libres es tomar tus propias decisiones. En el Día de la Libertad, es importante aprender al respecto.
Aprender a decidir. Pero en esas decisiones, siempre hay un nosotros. Porque la libertad es tanto individual como colectiva. Y lo colectivo siempre es social.
La sociedad libres son las que toman sus decisiones, porque decidir es actuar libremente.
Por eso, la deuda es un mecanismo de control. Un enemigo de la libertad. Hay casos donde es necesaria. Un ejemplo, es la economía… pero toda deuda tiene que tener como objetivo la libertad individual, colectiva y social.
Más en un país donde «el ruido de rotas cadenas» despierta el triple sonido de la palabra libertad desde 1816.
Donde hay memoria, hay libertad.
Hay consciencia, hay libertad.
Donde hay futuro, hay libertad.
En este día, con estas humildes palabras… recuerdo lo más bello, lo más real de la humanidad; y no puedo evitar relacionarlo con mi país. Con mi gente.
Porque cada paso que se avanza son libertades que se ganan; y cada paso que se retrocede, son libertades que se pierden.
En solo tres años, hemos perdido la libertad de salud, de progeso, incluso de sueños.
Soñar es libertad. Por eso, yo sueño con un 2019 donde hay libertad. De soñar, de crecer, de pensar, de comer, de estudiar, de ser argentino.
Por eso, en el Día de la Libertad, es sumamente importante tomar consciencia como sociedad.
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