Recién veía un extracto del programa #DeboDecir de Novaresio. Y vi la Argentina que construyeron el los últimos años en todo su esplendor, la del modelo de odio.
Su expresión en una síntesis televisiva: todos hablando encima del otro, ninguno escuchándose. Todos tratando de tratar de tener la razón. Ninguneándose, insultándose y degradándose.
Y recordé porque hace 4 años que no veo televisión.
El modelo televisivo de Intratables…un modelo de periodismo de Majúl (que invita a personajes para hablar él, sin escuchar nada). El modelo de odio de viraliza Fernando Iglesias.
Todo sintetizado en una mesa, donde Luis Novaresio (uno de lo pocos periodistas que quedan) intentaba mediar…superado por la situación.
Y recordé el hombre que se bajo de un Peugeot blanco con intención de golpearme porque el semáforo estaba en rojo. Las familias peleadas, los amigos peleados, la sociedad peleada. Y todo tiene que ver con todo.
¿Y saben que es lo más triste? Sobre el final, se pusieron de acuerdo en una sola cosa: hoy estamos mal.
Ya lo decía el viejo refrán nacional: «Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, y si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera»… Y nos comieron los de afuera.