Uno de los cráteres más grandes de Siberia, crece rápidamente poniendo al descubierto bosques, animales prehistóricos y registros climáticos históricos de hasta 200.000 años.
Un cráter de más de 86 metros de profundidad y 1 km de largo. revela misterios de hasta 200.000 años de antigüedad. La historia de la tierra revelada de forma abrupta por un enorme agujero en la tierra.
Fósiles de animales y vegetales han quedado al descubierto en Batagaika, Siberia en la República de Rusia. Un misterio que se acrecienta porque es parte de una serie de cráteres que han ido apareciendo desde 2014.
Según un reporte del Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo (ICTS), estos agujeros son denominados como hidrolacolitos.
Los mismos empezaron a ser detectados la zona de Batagaika, Siberia en el año 2014. El año pasado se detectaron dos nuevos cráteres en la zona. Se cree que su aparición tiene inmediata relación con el derretimiento del permafrost (la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares, como la tundra siberiana).
Este cráter en concreto, el de mayor tamaño, ha ido creciendo hasta 30 metros por año y no parece detenerse. Y se asocia su crecimiento al calentamiento global. Es decir, su nacimiento y crecimiento se asocian al incremento de gases invernaderos en la atmósfera terrestre.
En una nota con el diario ruso Siberian Times, Evgeny Chuvilin, un investigador del ICTS -que participo de las expediciones- destacó que lo que vieron «es sorprendente por su tamaño y grandeza». Además, alegó que la responsabilidad recae sobre»las fuerzas colosales de la naturaleza» que son «las que crean tales objetos».
Las capas de sedimento expuestas por el derretimiento del permafrost han revelado cómo fue el clima en la región durante 200.000 años, así como también fósiles vegetales y animales.
Sostienen que dicho el registro geológico «puede ayudar a comprender cómo será en el futuro la adaptación de la región al calentamiento global», según informó la BBC News.
Sin embargo, la inestabilidad de la zona preocupa porque, a medida que el cráter se agigante, ira liberando enormes cantidades de dióxido de carbono. Y se estima que la cantidad de CO2 almacenado en el permafrost del mismo, es equivalente al que existe en la atmósfera terrestre. Es decir, no es para nada una buena noticia.
La liberación del permafrost sería una consecuencia nefasta para el ecosistema mundial. Agregando la posibilidad que dentro de dichos sedimentos pueden existir virus o bacterias prehistoricas que retomen la vida y de características totalmente desconocidas.
El calentamiento global ya no es un chiste y eso, no hay pandemia que lo tape.
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