Estados Unidos inicio el juicio político al ex presidente. Sin embargo, el quiebre republicano podría dar lugar al Trumpismo como nueva fuerza política.
Empezó el juicio político a Donald Trump en el Senado de los Estados Unidos por la toma del Capitolio el pasado 6 de enero. Sin embargo, esa no es la noticia. Sino que -tal y como sucede cada vez que se descartan los tejidos básicos de una sociedad- los postulados extremistas de las minorías ganan lugar. A tal punto que ya se habla del nacimiento del «Trumpismo» en dicho país.
Es decir, un movimiento político que continuará con sus ideas y que ponen en crisis el sistema bipartidista norteamericano. Es el caso de la senadora republicana, Kelly Lynn Loeffler, quien acusa a sus compañeros de partido de ser débiles por aceptar la derrota electoral. Además, proclama públicamente discursos racistas y antisemitas buscando concentrar a las minorías.
Ahora, el Partido Republicano se disputa en una ruptura histórica que podría resquebrajar aún más el sistema político norteamericano.
Desde un informe de France 24, se presentaron pruebas que remarcan que detrás del Impeachment podría existir un efecto bumerang que terminaría beneficiando al ex mandatario.
La generación del Kraken: chivos expiatorios y especulación financiera
Es algo que no solo se da en EEUU, sino que se repite en distintas partes: la desigualdad, el incremento de la pobreza y el desempleo como resultado directo de políticas económicas de concentración de capitales en pocas manos (neoliberalismo, le dicen los teóricos economicistas) han lleva al mundo a vivir crisis cíclicas continuas que dispararon dichos indicadores de manera negativa.
En ese contexto, han surgido discursos fundamentalistas que proponen algo distinto pero que sin embargo son fieles expositores de ese neoliberalismo estructural. Un enorme kraken que muta, pero no se transforma. En términos Hegelianos, jamás permite la síntesis para que surja algo nuevo.
Una legión de mandatarios que han profundizado los prejuicios de raza, clase, religión, etc.
En otras palabras, han encontrado los chivos expiatorios como una solución para hacer frente a lo que comenzó en 2001, explotó en 2008 y continúa vigente: la crisis mundial de producción. Vivir en un mundo que se endeuda más de lo que produce parece ilógico, pero es la realidad sabiendo que hoy supera el 100% la deuda a nivel mundial, la especulación continúan tomando fuerza el 60% de las riquezas del planeta se concentran en un 1% de las personas.
Pero nada han cambiado, sino que han profundizado mucho más. Al punto tal que esa legión de supuestos políticos empresarios han utilizado en sus discursos retóricas muy similares a las de la Alemania de 1933.
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