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Vivimos un complejo momento de sobreinformación y sobrevaloración de las opiniones donde nos resume la mentira como motor de la sociedad en que vivimos.

Estamos viviendo un momento de la historia que parecía no ser posible. 646" crossorigin="anonymous">6/01/mucha-informacion-poca-comprension-hacia-donde-vamos/" target="_blank" rel="noreferrer noopener">Cada vez se informa más pero se comprende menos. Uno donde a mentira se ha vuelto central en los valores de la sociedad, a tal modo, que la misma se replica en todos los peldaños de las sociedades.

Y es un fenómeno mundial. Lo que sucede en los medios de comunicación, en la Justicia, en la política y en las 3/16/umberto-eco-y-una-dura-criticas-a-las-redes-sociales/" target="_blank" rel="noreferrer noopener">redes sociales, es tan solo un reflejo de un problema mucho más profundo y complejo. Sin ir más lejos, los cimientos del propio sistema evidenciaron que eran una mentira haya por la crisis de 2008.

Nada nuevo, la mentira como sociedad es parte del sistema

El cambio de la producción por la especulación. La cultura de la imposición ante la falta de argumentos. Vivimos en una sociedad donde un médico o una médica es cuestionada sanitariamente por una persona que apenas y sabe escribir. Donde la opinión ha vencido a la verdad. La verdad no como fuente unánime de saber, sino como una construcción argumentativa que se transforma, se mejora, se adapta.

4 class="has-text-align-center has-white-color has-vivid-cyan-blue-background-color has-text-color has-background wp-block-heading">“El peor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento”
(Stephen Hawking)

Quizás por ello, vivimos fenómenos como la cultura de la cancelación que pretende cancelar todo aquello que no le agrada porque simplemente no le gusta. Que -por dar un burdo ejemplo- plantea que olvidemos lo que hizo el nazismo, que lo cancelemos. Que censuremos aquello que no nos gusta. Que le demos lugar a la mentira.

Quizás por ello, vivimos fenómenos como la generación de cristal. Una generación que no puede tolerar más de lo que acepta y no puede aceptar más allá de lo que como individuo siente que representa.

Son solo dos ejemplos, burdos, de un conflicto que nos está llevando hacía una sociedad peligrosamente debilitada en el saber. Cada vez, parece más real que nunca ese distópico futuro de la película de Mike Judge.

Foto: Free-Photos

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