Sin un modelo común, puntos básicos que se respeten no hay país posible. En los matices se encuentran muchas ideas transformadoras, en la polarización está el fantasma de una nueva guerra civil.
El primer paso para construir un modelo común es creer en él. No puede ser que vivamos en un país donde circula un discurso que se basa en el odio hacia él otro. Ello no significa que el momento te agrade o no, eso es otra cosa, quieras que las cosas se hagan de un modo o de otro. Se llama ideología. Modelo común es un acuerdo indispensable. Es encontrar puntos en común. ¿Por qué? el quilombo ya está acá con nosotr@s, y vos están en él. Yo también. Si no logramos recuperar el contrato social, no hay país posible.
Aunque niegues o evites verlo, lo sabés. Y yo también. Pero sin un conjunto de puntos básicos, no hay país posible.
Y es algo que digo desde siempre. La cruza del límite es el que nos ha llevado a tener una guerra civil en el pasado.
Dirán: – ¡Que exagerado!. «Observe el mundo en que vivimos», le diré yo. Mire más allá de su ventana (y la de nuestro país); y de esta manera vamos derecho a eso. A corto o mediano plazo. Sin esos puntos básicos, ¿a dónde vamos a ir?. No puede ser que la política de un bando se base pura y exclusivamente en la eliminación del otro. Y lo dicen abiertamente.
Si tiramos para este lado, más allá de las diferencias, la cuestión es distinta.
Doy un ejemplo, el ex Puma, Agustín Pichot trajo al país la inversión del siglo. Casi USD 9.000 millones. Y además de que viene hacer negocios, consiguió que la misma sea en el país. Y lo hizo con orgullo.
En un momento de asfixia (porque nos estamos asfixiando todos), la tiro para este lado. Ta bueno ese ejemplo. Negocios y patria no solo son compatibles sino que deben serlo.
LA CONSTRUCCION SOCIAL DEL ODIO
Cuando estudiaba Comunicación Social en la Universidad de Córdoba, estudiamos mucho sobre el funcionamiento de Hollywood y la «industria cultural».
Un compendio de puestas en escena para «el entretenimiento». Un lugar donde se ponía a la Nación «sobre todo». Como un punto de unión nacional. Una industria del cine que se asomaba a poco más de un siglo del fin de la guerra civil estadounidense.
Acá por el contrario, hemos construido una industria que atacó -durante mucho tiempo- nuestra cultura. Pero hoy hay expresiones que hablan de algo distinto.
El cine -en particular- no es nuestro «Hollywood» porque acá no consumimos lo mismo. Además, ya tenemos a Hollywood.
Lo hacemos basado en la contracultura. Pero no desde su nivel sociológico más profundo, sino sobre la unión de esas dos palabras. «Contra nuestra cultura».
Y se vuelve algo del día a día. Siempre mirando de la ventana para afuera para comparar. Pero no con una finalidad de construcción.
MODELO COMÚN: PUNTOS COMUNES SOBRE LA MESA
Poner algunos puntos en común sobre la mesa, significa entender que más allá de la dicotomía (diferencias a veces insalvables), acá hay un país en el medio.
Que vive el día a día, la está pasando mal. Que lo vienen abofeteando hace varios años. Está endeudado y que todavía atraviesa una pandemia. Donde se endeudó aún más.
A esa persona, todavía le agregas odio. Y ya sabemos a que lleva el odio. Acá hay que construir un país. Somos Argentina, la RPMQLP. Y bien en mayúscula lo digo. Hemos logrado mantener la paz por casi 40 años.
Tenemos todo para ser un país, solo hay que volver a creer.Y para construir eso, tiene que haber puntos en común.
No podes queres «eliminar al otro» como modelo político de Nación. Si seguimos con esa mentalidad, solo es cuestión de tiempo para que la chispa estalle… y los únicos perjudicados: ¿Quiénes vamos a ser?
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