LA HISTORIA SE REPITE. Que loco es ver que al igual que en los años 20s del siglo pasado, los países proveedores de materias primas generan ganancias extraordinarias y estrafalarias pero esas riquezas no derraman, generando desigualdades profundas.
Entre ellos, la Argentina. Que una vez más es uno de los máximos proveedores de trigo, maíz, soja, sorgo y otros alimentos en el mundo, con precios históricos pero que vemos que ese dinero no llega a nuestra realidad. No hay derrame posible cuando desde arriba se toman la copa completa.
En aquellos tiempos, ese proceso llevó a una década infame con un Estado gobernado por 10 años por dictaduras que llevaron a concentrar aún más la riqueza durante los 30s. La actualidad, nos lleva a ver que uno de los candidatos presidenciales que más miden para 2023 reivindica a Martinez de Hoz como política y economía. Un modelo que se basa en esos principios infames.
Hoy, la Argentina se encuentran en una situación sumamente similar. Dentro del país la grieta es asfixiante mientras que esa riqueza se acumula de manera descabellada.
Donde el 10% de todos los dólares que circulan en el mundo le pertenecen pero que no se encuentran en este país. La historia se repite tristemente y el mismo odio sembrado en aquellos tiempos, se siembra en esta tierra tan fértil. Se siembra en los talleres mecanicos, en el consultorio del doctor o la doctora del barrio. También en el almacen de la vuelta de tu casa y la farmacia al frente de la plaza. Uno lo ve en la carniceria y la verdulería. El odio se siembra, mientras lo que se cosecha se lo llevan los mismos de siempre.
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