SALUD. Investigadora de la UNSL desarrolla técnicas que diagnostican una enfermedad poco identificada. Antes era subdiagnosticada.
Investigadora de la Universidad Nacional de San Luis, Dra. Carolina Gorlin, lidera un proyecto cuyo objetivo es brindar diagnóstico certero de una enfermedad reumática, que por falta de metodologías para determinar su existencia, era subdiagnosticada. Una vez identificada, se investiga en aportes que contribuyan en su tratamiento terapéutico.
Según informan desde la propia Universidad, «se trata de una enfermedad reumática que se caracteriza por el depósito de cristales en las articulaciones de las personas que la padecen debido a un desbalance en los niveles de calcio y fosfato».
El trabajo científico es desarrollado en el Laboratorio de Inmunopatología y Citometría de Flujo de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). En este, se ha logrado obtener un diagnóstico confirmatorio de la enfermedad.
El proyecto es dirigido por la Dra. Carolina Gorlino quien destacó al respecto:
«Queremos estudiar estas células, que a lo mejor no son las causantes de la enfermedad, pero cuando se presentan provocan dolor e inflamación y hacen mucho daño que a la larga terminan afectando mucho y pueden llegar a generar un reemplazo de la articulación (…) La idea es que si esas células no son las causales, pero cuando llegan hacen daño, poder evitar que generen ese daño»
Un trabajo de trascendencia nacional
El equipo ha logrado trabajar en red con médic@s reumatólog@s, bioquímic@s e investigadores de San Luis, Mendoza y Córdoba.
Gorlino remarcó que la UNSL a través del servicio de microscopía electrónica de barrido (FQByF) y el servicio del microscopio de luz polarizada (FCFMyN) a partir de técnicas de coloración, desarrollaron el protocolo para el diagnóstico y la detección de esos cristales. «Hoy por hoy somos el único lugar que lo estamos haciendo», explicó.
La enfermedad genera molestia, dolor, inflamación y con el tiempo puede provocar daño articular. Se ve generalmente en adultos mayores. Los/as pacientes que la padecen tienen más de 60 años, no hay incidencia entre hombres y mujeres y muchas veces pasa desapercibida porque está subdiagnosticada.
Fuente: Prensa Institucional UNSL
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