El Lic. Sebastián Vázquez Ferrero nos trae una reflexión sobre lo que el presidente Mauricio Macri significa como símbolo de un modelo de país.
Macrisis es no tener más asado los domingos.
No poder comprar suficientes apuntes para la materia que rendís la semana que viene.
Es hantavirus sin Ministerio de Salud y paros sin Ministerio de Trabajo.
Ver a tus viejos sin todos los remedios que necesitaban.
Es más pibes descalzos hurgando la basura.
La mitad de tus amigos desempleados.
Rogar que no te saquen las paritarias.
Miedo de empleados, incertidumbre de despedidos, susurros de arrepentidos y enojos de desesperados.
Es parientes que se van al extranjero.
Artistas sin espacios ni Ministerio de Cultura.
Borrar próceres de billetes que igual no valen nada.
Entrega de la soberanía y volver a ser predecible vagón de cola de Estados Unidos.
Fundir fábricas, fundar cárceles, pisotear PyMEs y pensar pasará.
Dejar el Ministerio de Ciencia y Tecnología para volver a guardar soja; a esperar el derrame y depender y rogar las migajas de la cosecha de unos pocos.
Nunca más recibir nada: ni computadoras, ni casas nuevas, ni Tecnópolis, hospitales, universidades, escuelas.
Es no más educación sexual integral ni políticas de Estado sobre género, y está entonces en cada piba asesinada que aparece en trozos en una bolsa de consorcio.
La represión en las calles y el noticiero que hace que odies, odies, odies a los vecinos y sindicatos y movimientos que marchan, pero nunca al presidente, o mejor aún, al dueño del canal.
Es la bala en la espalda del pibe disparada por el uniformado, que está lleno de miedo también y trata de no preguntarse cuándo le tocará a sus propios hijos.
Tarifazo que mata electrodependientes, que ahoga sin agua potable ni cloacas, que quema de frío en invierno, siempre diciendo es «para sacar adelante el país».
Inundaciones a las que hay que acostumbrarse, escuelas que explotan y sitios que se derrumban.
Es un injusto Poder Judicial que mete presos a los que tienen suerte y sin pruebas son víctimas de linchamientos mediáticos, y donde los que no tienen suerte son molidos a palos hasta la muerte húmeda y rojiza en esquinas de buenos vecinos justicieros que son luego reconocidos como héroes en programas de divas plastificadas de la tele.
Macrisis es sobre todo decir que siempre fue así, que no hay otro camino, que no se puede elegir y son todos lo mismo, que la culpa la tienen los otros, y que no hay que nada más por hacer que aguantar y obedecer.
Lic. Sebastián Vázquez Ferrero. UNSL-CONICET
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