#Economía La República Argentina en medio de la disputa de hegemonía entre EEUU y China, tanto política como económicamente, queda sumergido nuestro país. Uno de los principales proveedores de materias primas. Pero: ¿cuál nos sirve más?
Tomando simples datos económicos, las inversiones norteamericanas en el útlimo tiempo ha sido destinada princiapalmente al sector financiero.
Sin hablar que la refinaciación de deuda y la compra de bonos de litigantes del país,que llevaron al pago a los «fondos buitres«, fueron comprados principalmente por accionista de Wall Street. Y el juez, curiosamente, era de Nueva York. El Juez Griesa, ¿se acuerda?.
Por el otro, tenemos a China. Un país muy distante a nuestras costumbres; pero que trae su modelo de exportación de capitales a cambio de ciertas concesiones que ayudan a la economía local. Es una conveniencia que llega a la diferencia cuando se cuestiona la política (la democracia y el monismo). Es decir, la forma de gobernar. Sin embargo, la tentativa de ingreso al BRICS en 2014, evidenció el interés estratégico del gigante asiático.
Volviendo al norte, durante el periodo que va desde 1955 a 1983, financió y coopero con distintos gobiernos defactos en nuestro país y el contiente. ¿La finalidad? fortalecer la hegemonía económica continental mediante el control totalitario de la región.
Lo hizo en distintas formas. Es más, el propio Obama, se reunió con Macri en la Patagonia (curiosamente, un 24 de marzo de 2016) y pidió disculpas por las acciones que su país había tenido durante los periodos defactos.
Es decir, aceptó la enseñanza que nos trajo la historia y -con ello- evidenció los intereses de tener un control hegemónico sobre el continente de los recursos primarios.
Tras la vuelta a la democracia, muchas cosas pasaron. Acuerdos y desacuerdos. Pero lo que cabe resaltar es que Argentina comenzó a formarse desde la estructura de la democracia. Es decir, con la existencia de cierto consentimiento popular de lo que se realiza. En ese proceso, los gobiernos neoliberales propulsados por este motor económico, comenzaron a desarrollar la fase dos de un plan que es cultural: la colonización lo es. Y la cultura del consumo ya se implantaba mediante un periodo de belle epoque menemista.
Un periodo de baja producción, privatizaciones y prorización del capital financiero. ¿Los resultados? Solo basta decir: 2001. Pero no fue la primera vez que había causado algo así… solo que el colapso fue total.
Argentina entre EEUU y China: algo debe quedar claro, el interés en la región es meramente económico.
No se trata de odiar a los norteamericanos o amar a los chinos o viceversa. Aquí la relación es meramente económica. Y en dicha ciencia, las decisiones se toman en base a los interés en juego. Básicamente: ¿cuál le sirve más al país?
Las experiencia con el norte no nos ayuda. Desde el acompañamiento al totalitarismo político a la depreciación real de nuestra economía.
Quizás no uso términos complejos de los doctores en economía, pero algo queda claro en ejemplos concretos: el modelo de EEUU nos llevó a implorarles por exportar limones.
El modelo Chino construyó dos megacentrales hidroelectricas, firmó contratos productivos y abrió la tentativa de formar el BRICS(A).
El modelo norteamericano L
logró que importemos carne desde EE.UU y que nos cobren más caro el biodiesel. Y que no se destrabe la exportación de limones. Logró que importemos vino, manzanas, pimientos y otro sin fin de productos que nosotros hacíamos.
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Si me pregunta, Estados Unidos adoptó el modelo económico de Argentina en 2015. ¿Por qué deberíamos adoptar el modelo que llevó a Estados Unidos a colapsar en 2009? Ese es el modelo vigente en nuestro pais.
Repito: No se trata de odiar a los norteamericanos o amar a los chinos o viceversa. Aquí la relación es meramente económica.
Por ello, nuestro país debe seguir ese camino, el de la sociedad con China…pero con democracia y control de nuestro propio país. La elección democrática es más importante que la economía. APORTAR en GVT Noticias