La Argentina durante sus procesos democráticos y dictatoriales durante el Siglo XX y sus incidencias directas en el Siglo XXI.
Me cuesta mucho comprender como, viviendo en el siglo XXI, haya gente que todavía defiende y busque ocultar lo que sucedió durante los años de 1976 a 1983.
Que todavía le digan Proceso de Reorganización Nacional, cuando el propio Barack Obama hablo de dictadura. Cuando aceptó el 23 de marzo de 2016 que Estados Unidos fue responsable del Plan Cóndor.
El plan que instauró dictaduras en toda Latinoamérica incluyendo nuestro país.
Me parece inconcebible racional y lógicamente el resurgimiento de gobierno que reivindican dichas dictaduras. Sobretodo porque las mismas fueron apatrias, entregüistas y sumisas a los poderes centrales.
Sin embargo, es algo que sucede y continuará sucediendo. El nivel de manipulación de información, el negacionismo son parte central de un sector que se beneficio de aquel proceso nefasto y quieren evitar a toda costa verle la cara a la Justicia tanto en la Argentina del Siglo XX y como en la del Siglo XXI .
Aunque el problema no son ellos, sino el pueblo. El ciudadano o ciudadana común que viviendo en democracia, diciendo lo que quiere cuando quiere siga manteniendo en su imaginario la idea de un regreso a tiempos dictatoriales. Es como una especie de sadismo psicológico al que están sometidos.
Reflexiones sobre nuestro sistema
Si uno reflexiona un poco,descubre que el sistema educativo, cultural y político en el que crecieron la mayoría de esas personas era dictatorial. Ahora bien, lo completamente inconcebible es que piensen así personas que viven en un sistema democrático.
Creo que nos han llenado de odio,un odio tan similar al de aquellos tiempos que creemos que la libertad sólo la merecemos nosotros y los demás deben ser castigados con el peso de la militarización del Estado.
Una formación doctrinaria basada en la ignorancia puesto que la militarización del Estado significa siempre la pérdida de libertades para las mayorías y la concentración de beneficios para unos pocos.
No hemos llegado aún al medio siglo de democracia continúa. No hemos conseguido que se cumplan 25 años sin que se cuestione algo que ya es incuestionable.
Todavía no hace falta caminar un largo sendero, pero hay algo que no puede pasar Nunca Más .
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