Tal y como se esperaba desde el 12 de agosto, Alberto Fernández se impuso en las Elecciones generales con el 49%% y será el nuevo presidente de la #Argentina.
Tras más de dos meses de espera, con un 80% de participación electoral, finalmente los argentinos y argentinas fueron a las urnas reafirmando el resultado ese las PASO.
El candidato del Frente de Todos se impuso con el 49% de los votos; en segundo lugar, el candidato de Juntos Por el Cambio, Mauricio Macri con el 40%. En tercer lugar quedó Roberto Lavagna con el 6%.
Reflexiones: Quedan 44 dias: ¿Quieren terminar el mandato?
A partir del 10 de diciembre, el peronismo unido volverá a gobernar la República Argentina en un contexto sumamente complejo. Algunos especialistas sostienen que el resultado de las elecciones de agosto son las que permitieron evitar un estallido social como se ha dado en otros países de la región(Ecuador, Perú y Chile, entre otros).
La principal preocupación de aquí a diciembre será el estado en que se realice la transición gubernamental debido a la incesante sangría de reservas en dólares que padece el BCRA. La finalización del mandato de Mauricio Macri solo le restan 44 días pero habrá que ver cómo gobernará el país de aquí en adelante.
Después de las elecciones primarias, el actual gobierno se ha dedicado de lleno a la campaña electoral dejando la gobernanza en un lugar lejano a sus prioridades, lo cual a tenido incidencias directas en la vida de los argentin@s.
Por el bien de la democracia y las instituciones gubernamentales, esperemos que finalice su mandato entregando el bastón presidencial en el lugar y la hora que así lo dispone la Constitución Nacional Argentina.
Reflexión: los desafíos de un gobierno anunciado.
A pesar del estado de negación por parte del oficializó macrista, los mercados, industriales, políticos nacionales e internacionales e -incluso-el imaginario popular, sabe desde hace dos meses que Alberto Fernández es el nuevo presidente de la Nación.
Pero el problema no reside solo en ello, sino en la serie de medidas tomadas después de la contundente victoria del Frente de Todos y la derrota aplastante de Cambiemos.
Alejados de la gobernanza, durante los meses posteriores al 12 de agosto, la economía se ha deteriorado de manera abismal. Aún más de lo que viene sucediendo desde hace casi 4 años.
En un contexto de endeudamiento, pérdida de soberanía, sangría de reservas, el desmantelamiento del Estado y el crecimiento exponencial de la pobreza. La fórmula Fernández-Fernández asumirá en un contexto complejo que solo se garantiza por el impacto emocional de la misma. El sentimiento popular promete acompañar pero sabemos que se vienen tiempos sumamente complejos.
Así, el próximo gobierno tendrá en su contra prácticamente todas las variables macroeconómicas pero se verá sustentado por un apoyo popular. Ello se da basado en la esperanza de «volver a poner de pie» un país con «tierra arrasada».
Desde la simpleza de un ciudadano, ojalá se cierre definitivamente ese agujero social. Ese que profundizaron las políticas neoliberales bajo el nombre de grieta para poder hacer realidad ese proyecto. Un proyecto que no puede ser partidario, por que argentin@s somos todos y todas.
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