Argentina postpandemia: el mundo necesita alimentos, nosotros los producimos. Hay que producir alimentos. La industrialización sigue siendo el camino para realmente producirlos. Encontrando soluciones en el camino con ella como:
- generación de empleo genuino,
- fortalecimiento del mercado y el capital interno,
- posicionamiento geopolítico y estratégico,
- reconstrucción del espíritu nacional mediante un objetivo como sociedad
- generación de divisas y fortalecimiento de la balanza de pagos
- entre muchos otros
Comprender que el mundo va a cambiar, es comprender que hay una posibilidad de transformar lo que hasta hoy era normal. Las cosas que necesitamos también. No nos la van hacer fácil. No te la hace fácil el vecino, mucho menos te la va a facilitar un sector del mundo que prefiere la especulación a la producción. Porque hay empresas que ya tienen comprada la comida hasta 2025 (por decir un año). Pero ese sistema que ya venia en decadencia por su actitud depredadora, ha colapsado por tener una falencia fundamental en la salud. Dando lugar a una posibilidad histórica de reacomodar el tablero.
No significa que todo lo que pasaba en el mundo se va a solucionar, significa que como ya ha pasado en la historia. Por ejemplo, nos liberamos de España cuando padecía la conquista napoléonica; nos posicionamos como productores de alimentos primarios luego de la Conferencia de Berlín de 1885, pero también cambio el mundo. Y eso sucede, cada cierta cantidad de tiempo, el que pone ciertas fichas sobre el tablero se reacomoda.
Argentina representa el 4,7% de la producción mundial formando parte de un selecto grupo de países que producen el 81,9% de los alimentos del mundo. Es decir que nuestro país, solo el en el mercado alimenticio, representa una parte significativa de las necesidades básicas del día a día de la humanidad. Tras la pandemia, los conflictos internos de cada país y la necesidades que van a surgir como consecuencia, estos número son de vital importancia para lo que viene.
Saber comprender la crisis, es entender que hay una oportunidad. Sobretodo haciendo lo que el mundo está haciendo hoy (cuidar sus empleos, mercados, empresas, producción) vamos a estar en mayor igualdad de condiciones cuando llegue el momento. Sabemos que eso parece una utopía. Pero tenemos comida, energía y muchos otros recursos. No se trata de ir contra el mundo, sino con el mundo. No se trata de ir tomaditos de las manos, sino de leer lo que el mundo hace bien y que hace mal -hoy-, para tomar buenas decisiones mañana.
«Oportuncrisis»
La gente no está comprendiendo que lo que se viene es un mundo donde la comida va ser el bien más preciado. Ya que en la incertidumbre, los instintos mas naturales, se vuelven fundamentales. ¿Saciarlos? ¡aún más!. Y se vienen tiempos de gran incertidumbre, en realidad ya están acá bajo esta «nueva normalidad».
No se trata de ir contra el mundo, sino con el mundo. No se trata de ir tomaditos de las manos, sino de leer lo que el mundo hace bien y que hace mal -hoy-, para tomar buenas decisiones mañana.
Pensemos en los alimentos de la Argentina postpandemia. Exportar granos sirve, pero producir comida sirve mucho más. Es el momento justo para barajar y dar de nuevo. Para fortalecer la industria y nuestro mercado interno. Pero se necesita de un compromiso nacional, un contrato donde tiene que haber relevancias pragmáticas. Hay cosas más importantes que tratar que «lo que hizo Susana en Punta del Este» o lo que dijo «Dady Brieva sobre Lanata». Eso es una boludez, el país no puede dividirse en eso. Tampoco podemos continuar con las ideas de persecución y censura del pasado. Eso, también es secundario ante ese objetivo. Para lo otro, habrá que producir mejores contenidos de TV, educarnos mejor y salir de la oscuridad de una buena vez. Aunque sirve para ambos casos.
Si vamos a construir un país, tenemos que tirar para ese lado. Al menos, durante una pandemia…
Crear un proyecto 2020-2030 como modelo nacional es indispensable. No solo se trata de pensar en la Argentina postpandemia sino en sentar bases intocables, indiscutibles. Hacerlo en una especie de nueva constitución que genere hermandad. No hipocresías, sino un marco legal de unidad nacional. Un acuerdo para conseguir un objetivo común.
El empleo, la producción y el posicionamiento en el mercado de productos alimenticios industriales son el camino a esa hermandad. Pero hay que ceder, obvio que no en todo, pero hay que ceder. El mundo se esta yendo a la mierda y los argentinos hablan sobre la discusión de Cristina Pérez con el presidente.
Hay cosas más importantes. Nuestro futuro, por ejemplo. Pero eso se construye ahora. La Argentina postpandemia debe dejar de pensar solo granos y empezar a producir los alimentos del mundo.
Si no me crees, mira lo que te dice este latino en Francia.
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