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El miedo al cambio real, se presenta en la valoración de tiempos que ya no están. «Por que antes vivíamos mejor», una falacia que ya no tiene lugar. Un mundo con dos siglos de distancia entre ancianos y juventud. Entre doctrinas y realidad. En los que proclaman el cambio y los que realmente quieren cambiar.

Viendo una serie en Netflix, una mujer negra del presente viaja al pasado. Y de vivir en 2019, pasa a vivir en 1963. Un mundo mucho más hostil -que el de hoy- para se ser una persona de color.

Un momento donde la segregación racial no sólo estaba vigente (algo que aún sucede) sino que estaba legalmente establecida. Es decir, la ley lo permitía, lo avalaba y sancionaba.

Esa mujer, educada y limpia (como les gusta resaltar a los que defienden lo indefendible) no podía estar en dicho lugar por un solo motivo. Un cartel blanco con letras grandes: «No se aceptan negros».

Viendo esa escena tan ajena al mundo en que nací y he caminado (por suerte), no pude evitar ponerme a pensar en la cantidad de veces que las personas adultas me hablan del pasado como momentos de valores. Tiempos de respeto.

Por eso, cuando hablan de que «el pasado era mejor» o cuando sostienen «había valores», no puedo evitar preguntarme: ¿cuáles eran esos valores?

En Estados Unidos, no permitir que una persona ingrese a un café por el sólo hecho de ser negro. ¿Ese valor social queremos recuperar?

¿O hablan de un Estado intolerante con la capacidad y el apoyo para torturar y desaparecer a todo el que piense un grado distinto de «normal? ¿Los valores de un mundo que podía detener a cualquiera que piense distinto?

¿O el de un sistema basado en la /02/la-guerra-es-la-derrota-del-espiritu-humano-y-el-triunfo-de-su-parte-mas-siniestra1/" target="_blank" rel="noreferrer noopener">guerra, la violencia, la persecución y la censura de todo aquel que no encaja o quiere el mundo tal como le obligaban a que sea?

Reflexiones, Por que antes vivíamos mejor,
Temen entender que esta vez, los que tienen que aprender de los jóvenes son ellos.
4 class="has-text-align-center wp-block-heading">«Por que antes vivíamos mejor». ¿Qué era mejor antes? ¿la violencia? ¿la hipocresía? ¿el miedo al cambio de verdad?

La «normalidad» es tan sólo eso: una norma. Los valores no son más que eso: normas establecidas como «lo que está bien» y «lo que está mal». Pero ello no significa que lo este o que lo sea.

Hace 50 años, que un hijo -o una hija- hablara en la mesa se consideraba de muy mala educación. Porque el único que hablaba era el jefe de la familia. El macho alfa cuál animal salvaje. El que siempre tenía la razón porque era el que trabajaba.

Hace 40 años, la mujer no podía trabajar. Porque no había nacido para eso. Aún cuando legalmente estaba permitido, esos «valores» no servían. Debía quedarse en casa a cumplir su función divina.

Hace 30 años, la libertad sexual era «inmoral» porque dios nos puso sobre la tierra para procrear. El placer era el pecado sólo permitido en el oscuro deseo de la hipocresía.

Hace 20 años, tener ideales era ser un subversivo porque la «política es otra cosa», «sos muy chico para entender».

Hace 10 años, los 2000 años de cultura occidental pasaron a ser parte de la prehistoria, porque todos esos valores están desactualizados, no comprenden la realidad. Y para peor, tienen tanto miedo al cambio, que hablan de «un cambio» pero la realidad que lo único que buscan es cambiar el futuro por el pasado.

Reflexiones finales: me quedo en el Siglo XXI

Por eso, si me pregunta: yo me quedo aca. En el siglo XXI. El periodo de mayor iluminismo en la humanidad. Nunca hubo tanta libertad, tantos derechos y el simple hecho de poder elegir como vivir.

¿Hay mucho que aprender todavía? Seguro, la libertad es un derecho y una responsabilidad. Pero volver a un sistema educativo basado en la humillación, un sistema literalmente esclavista (aún cuando podemos debatir el de hoy)…No, Che.

Déjame en el Siglo XXI, sin dudar. Donde no tenes que ir a la guerra para enriquecer a unos pocos (aún cuando hay muchos que todavía lo hacen, hoy son minoría).

Debemos aprender de lo que hoy tenemos, ser mejores pero «cambiar futuro por pasado», No. Nunca más.

El futuro llegó hace rato…

«Por que antes vivíamos mejor» nos dicen. Y hoy, tenemos instituciones educativas del siglo XIX, educadores del siglo XX y alumnos del siglo XXI.

El problema no son los valores, es el miedo al cambio por parte de quienes nos tienen que educar. «Por que antes vivíamos mejor» nos dicen pero temen entender que esta vez, los que tienen que aprender de los jóvenes son ellos.

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