El peor defecto de la sociedad que vivimos es que ya no se debate y la principal grieta se encuentra en el individualismo de solo cuidar lo mío, lo propio. En el medio, el sistema saca provecho y sigue adelante de manera igual.
Vivimos en una sociedad que ha perdido la capacidad de debatir. Se ha encerrado en posiciones donde la argumentación ya no importa. El mayor mal que nos deja el neoliberalismo son dos generaciones que sólo buscan tener la razón.
Fueron educados bajo esos términos. Les enseñaron que tener la razón es equivalente al éxito. Sin embargo, han construido «la razón» como un bien individual cuando siempre ha sido un bien colectivo.
Han mercantilizado la verdad. Ha punto tal que esa «razón» la tienen quienes tienen mayor capacidad de acceso y llegada, en lugar de su valor fundamental.
Descartes decía «pienso y luego existo». Sin embargo, en la sociedad moderna la existencia es meramente emocional y el pensamiento ha perdido su lugar. Como si hubiesen despertado la parte animal que nos vuelve conductistas donde sólo vivimos en base a simples estímulos y respuestas sin comprender que somos seres complejos a diferencia de los animales.
En palabras de Umberto Eco, entre el neoliberalismo individualista y el acceso masivo a la redes sociales (y su capacidad de dar opiniones masivas) generan una «legión de idiotas» que opinan sin conocimientos, con datos leídos en títulos de portales desconocidos o basándose en argumentos que sólo sirven para justificar lo que iban a decir.
Una sociedad sin debates, la grieta fomentada por un sistema que propaga el individualismo como único medio, no puede tener otro destino que la violencia que ella misma genera. Toda acción tiene una reacción.
Por Eso, cuando hablamos del mal funcionamiento de la Justicia, la corrupción política, la falta de respeto en las calles, la pérdida de valores, etc. debemos pensar que todo eso es parte de lo que somos. Porque quienes nos representan no son más que un espejo de lo que somos como sociedad.
Por ello, si realmente quiere transformar y/o cambiar está trágica realidad mundial, primero debe cambiar usted. Influenciar en su círculo…Y sobretodo escuchar al otro. Porque en esa falencias es que se encuentra la decadencia de la sociedad posmoderna.
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