No hablo de la pandemia sino un gesto durante la misma. Cuando esta locura pase que la historia lo recuerde, que la gente no lo olvide.
Una buena noticia que no podemos dejar de poner en relevancia. Porque no nos une en Esperanza y hace entender que -en el peor momento de su historia- Argentina está dentro de los 20 países que llevan adelante el proceso de vacunación de manera efectiva. Y ahora tenemos vacuna propia.
Además, sobre un total de 156 países -si no me equivoco porque no encontré el dato preciso. Pero es para cuantificar. Cuando toda esta locura termine, que utilicemos el razonamiento nuevamente, que podamos ver de una manera menos ciega por la presión de lo que sucede. Cuando eso suceda, tendremos que entender. En el momento menos esperado y en el momento más indicado, las vacunas aparecieron. Y vinieron de un lugar específico del mundo. Y gracias a ese lugar hoy podemos ocupar ese puesto número 20.
Hay que resaltar el ser parte de este proceso; porque -tristemente- no se está dando de manera efectiva en todo el mundo. Qué de complejamente se está dando en los países autodenominados del primer mundo. Donde tienen otro tipo de problemáticas sociales y otras virtudes económicas. Sin embargo, no han logrado llevar adelante fácilmente tremenda Campaña inédita en la historia, por el estilo de la globalización, por la cantidad de personas que demandan ayuda al mismo tiempo.
Eso también pasó acá de otra manera, esto es Latinoamérica. Y mucho más fuerte puede suceder porque recién está llegando a la segunda Ola. Eso significa que vamos a tener que aprender de lo que sucedió en Europa, vamos a tener que aprender de lo que sucedió en Estados Unidos. Pero también hay que aprender sobre lo que hizo Rusia.
Cuando esta locura termine, todo ese contexto, habrá que entender que gracias a Rusia hoy estamos entre los 20 países con mejores procesos de vacunación del mundo. Esa insólita de dicotomía que nos quieren imponer otra vez, esa grieta mental, esa Guerra Fría cultural terminó hace 32 años . Y es necesario ver que -a la hora de las papas- Rusia estuvo ahí. Y las vacunas llegaron el 24 de diciembre de 2020, todo un acto simbólico. Mis mayores respetos a esa nación. Que la historia lo recuerde, que la gente no lo olvide.
Hoy me vacunan y orgullosamente digo que si es con Sputnik, la recibiré con siempre cariño. Si tocan otras, las recibiré feliz igual. Esto no es una guerra fría de vacunas. Esto es la vida real, ahora. Hay que vacunarse.
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