Durante los 18 años de proscripción, la palabra Perón estaba prohibida. Sin embargo, ante el miedo sembrado, los loros peronistas cantaban la marcha. Se puede callar un sentimiento pero no eliminarlo.
El Golpe de Estado llevado encabezado por Lonardi en 1955 fue apoyado por la marina, comandos civiles, radicales, civiles, la iglesia catolica, el socialismo y representantes del empresariado. Este golpe cívico-militar tenía por finalidad eliminar el peronismo de la Argentina. Es decir, sacarlo de raíz como si de una planta se hablase pero sin comprender que los seres humanos funcionamos de otra manera.
Durante los 18 años que el peronismo estuvo prohibido en la Argentina (1956-1973), todo tipo de simbología que hablase de Perón de algún modo estaba censurada en el país. Ello no impidió que quienes simpatizaban con dicho modelo de país dejaran de serlo, sino más bien que lo ocultasen por miedo.
De esta manera, como las personas no podían cantar la marcha peronista -máxima insignia de dicho movimiento- si lo hacían los loros. Si, los loros rompian el cerco de la dictadura y cantaban la marcha.
Es estaba prohibida y las condenas iba desde la cárcel hasta el fusilamiento. Es que aunque oficialmente le llaman «Revolución Libertadora», desde el otro lado la llaman «Revolución Fusiladora» por la cantida de fusilamientos que hubo en dicho periodo.
La táctica del ingenio popular fue adoptar al loro como símbolo de la resistencia. Al plumudo verde le enseñaron a cantar y silbar la marcha peronista. En esa época, en todas las barriadas populares era habitual la presencia de un loro que cantara la marcha o, al menos, dijera: “¡Viva Perón!”.
El Tribuno de Salta
A las pruebas me remito, mi abuela Matilde, radical hasta la ñascha, tenía un loro, y mi hermano Pepe, de puro jodido le enseñó a gritar ¡viva Perón! El pajarraco lo aprendió a la perfección y mi abuela no sabía si desplumar al bicho o garrotear al nieto cada vez que lo escuchaba. Claro que ese loro, seguramente se habrá llamado Pedrito, como todos los plumíferos verdes, también las piropeaba a mis tías con un silbido cuando ellas se levantaban en camisón. Alguien le habrá enseñado, sino diría que ese lorito llevaba mi sangre.
El Tribuno de Salta
Este tipo de hechos se repetían a lo largo y ancho de la Argentina, los Loros peronistas fueron una herramienta popular para mantener vivo los ideales peronistas cercenados por una censura que proponía eliminar los ideales en lugar de proponer un modelo de país distinto. Algo que hasta la fecha continúa vigente, puesto que el peronismo continúa vivo y coleando. No solo por sus ideales sino por la falta de un proyecto opositor real. Algo que puede sintetizarse en una frase del propio General Perón:
Fuentes: eltribuno.com / Youtube
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