Tras un largo tiempo, Sebastian Miguel Vazquez Ferrero nos trae otro de sus texto de reflexión; hoy: «No soy peronista porque me compraron con un choripán».
No, no soy peronista porque me compraron con un choripán.
No, no soy peronista porque me compraron con un choripán.
=Soy peronista porque durante 2011-2015 se hicieron 19 nuevas universidades y se aumentó el presupuesto educativo por ley (entre 2015-2019 se hizo sólo una).
Soy peronista porque entre 2003 y 2014 se hicieron más de 1830 escuelas (más o menos 166 por año). Los otros literalmente cerraron escuelas.
=Soy peronista porque con el peronismo hubo el salario mínimo más alto de Latinoamérica, y todos ganábamos bien.
Soy peronista porque se multiplicó el presupuesto en Ciencia y Tecnología; otros gobiernos recortaron siempre.
= Soy peronista porque el CONECTAR IGUALDAD fue un plan de tanta envergadura que lo reconocieron organismos internacionales y le cambió la vida a bocha de pibes.
Soy peronista porque nunca vi que los derechos de los trabajadores mejoren en otros gobiernos (doble indeminzación, aguinaldo, etc. etc.).
=Soy peronista porque el plan Qunita permitió salvar miles de vidas de recién nacidos.
Soy peronista porque la Asignación por Hijo no sólo les permitió comer a muchos, si no también vacunarse e ir a la escuela.
=Soy peronista porque tuvimos matrimonio igualitario, ley de identidad de género, y IVE.
Soy peronista porque el peronismo siempre, siempre cuida el empleo, y abre más fábricas y negocios.
=Soy peronista porque ayer la boleta de gas me vino 30% más barata gracias a la ley de zonas frías.
Soy peronista porque nunca vi construir hospitales o invertir en salud en un gobierno que no sea peronista.
Es decir, soy peronista por la positiva, porque VI (es decir, no me lo contaron por la tele) que se hicieron mil cosas bien (y algunas mal, y por eso tenemos que seguir reclamando). Si lo tuyo es que sos anti algo, fijate. Capaz tendrías que aprender a mirar lo positivo, buscar el bienestar concreto.
Porque de entelequias, cosas abstractas y sarasa, no vive nadie.
Y ahora, si me disculpan; hoy elijo cenar choripán.
Fuente: Sebastian Miguel Vazquez Ferrero
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