Pensar la educación como una herramienta de transformación es creer que una mañana mejor es posible. Porque la única llave que hace realmente posible el progreso es ella. Es el sendero de la transformación histórica. El modo de superar la fuerza arrolladora del tiempo. De cambiar el rumbo. Un pueblo educado es un pueblo que progresa.
Las palabras, los conceptos, sus significados y significaciones sobre la cultura; como la sal en las comidas: son las que le dan sabor. La que marca la diferencia. También es cierto que, cuando salamos mucho, arruinamos la comida. Y ese exceso, se llama ignorancia. La educación para la ignorancia. Mecanismos de falsa educación. Como los falsos antivirus que dicen venir a curar nuestra PC y terminan infectandola aún más. La organización para que la ignorancia gobierne en el pueblo. Y el pueblo sea gobernado por ella.
Sin embargo, cuando nos decidimos a cambiar nuestra historia, nos decidimos a mejorar. Cuando nos decidimos a creer que es posible, aprendemos algo nuevo. Algo muy distinto. Y ahí es cuando la Educación cumple su rol. Un pueblo educado es un pueblo que progresa. Educar es incluir en forma práctica. Es sumar. Es cambiar la historia. Porque la instrucción de una generación es la que cambiará el porvenir de las siguientes. La familia, el primer seno educativo cultural, se transforma. Nuevas ideas ingresan en ella y ellas son transmitidas a los jóvenes que emprenderán un nuevo camino.
Al encontrar un nuevo camino que transitar, se renuevan las esperanzas. Reviven las ganas de hacer. De poder. Querer. De creer que es posible.
Cuando nuestras ideas se transforman al aprender a manejar Internet, saber una nueva ecuación matemática o conocer las acciones que se llevaron a cabo durante un tiempo determinado de nuestra historia. O simplemente al poder ayudar a nuestros hijos en las tareas de la escuela, lo que realmente hacemos es abrir nuevas puertas. Vemos nuevos mundos que antes no existían. Y como toda novedad: es una posibilidad de empezar de nuevo.
Para formar un país con futuro es necesario pensar la Educación como una herramienta sine qua non para cada ciudadano. Es necesario pensarla de modo tanto individual como colectiva. Es formar a personas para que actúen con consciencia social.
