Reflexiones: si hay algo seguro en este país -hoy por hoy- son solo un par de cosas y la mayoría no se muestran del lado bueno.
Una que el 10 de diciembre, el Ingeniero Mauricio Macri dejará la presidencia (ojala sea así por el bien del país y la democracia; y no tenga que hacerlo antes).
En segundo lugar, la incertidumbre. Si realizamos reflexiones, aunque el modelo imperante en las elecciones PASO (que se espera que se repita el 27 de octubre) se promete esperanzador por apuntar al consumo y el trabajo, el panorama realmente no ayuda.
Todos los indicadores no ayudan. Sin embargo, cuando más en el fondo se está más posibilidades hay de salir (aún cuando ese Fondo se llame Monetario Internacional).
Hace unos días leía una frase que es interesante de analizar: «Si un banco te presta un dólar, es tu problema. Si un banco te presta 57.000 millones de dólares, es su problema» (frase adaptada a la situación nacional). Y si uno lo analiza detenidamente, el problema de la deuda termina resultado para ambas partes.
Para Argentina que debe pagar, pero también para el Fondo que no solo dio ese préstamo de manera irresponsable, sino que al hacerlo violó su propio marco constitutivo y el de la Constitución Nacional Argentina. Ahora bien, pagar…vamos a tener que pagar. Pero en el contexto que surge, parece que van a estar obligados a negociar. Obligados porque hay muchas herramientas para nuestro favor.
También es cierto que los datos de pobreza revelados por el INDEC dejan entrever el modelo de país imperante como algo que duele.
Pero también evidencia que el mismo no solo no funciona para que el país crezca, sino que funciona para lo que vinieron hacer. Básicamente: incrementar la desigualdad social, disminuir sueldo y generar dependencia mediante la toma de deuda.
¿Hay una salida? yo creo que si
El panorama para el próximo gobierno es sumamente complejo. Por las variables totalmente desfavorables a nivel nacional como también por un contexto internacional que hace lo que el país hacía hasta 2015: cerrar la economía y sus puertas en lo más que se pueda.
Sin embargo, hay salida. Todo problema tiene una solución, sino no es un problema. Pero va a demandar que esta vez dejemos de lado esa estupida grieta construida para separarnos como si de Chinos y Mongoles se tratasé… y comencemos a forjar un proyecto de país a largo plazo.
Uno donde no se desintegre todo lo que hizo el anterior por rivalidad política (algo que tristemente paso… ya no tenemos ni Ministerio de Salud). Pero se puede. Porque las inversiones no van a llegar, las vamos a tener que generar nosotros mismo cuidando nuestra industria, fomentando el consumo comunitario y ayudandonós entre argentin@s.
Si no es así, la salida a la Portuguesa, a la griega, a la uruguaya o a la pinchunflauta (que tanto se habla) no servirá de nada.
Fernández quiere un pacto social. Lavagna quiere un pacto social. El peronismo también. Solo falte que se sumen los que fomentaron esta grieta…y que, de una buena vez, comencemos a tirar todos para el mismo lado.