Se cumplen 74 años desde el 17 de octubre de 1945 aquel día en que el pueblo argentino demandó la liberación del Juan Domingo Perón. Un día que transformaría la historia de Argentina y del continente latinoamericano para siempre.
Cabe destacar la diferencia entre dos palabras «fidelidad» y «lealtad».
La primera hace referencia conceptual a la «Firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos».
La segunda, un término más amplio que implica «un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales. A los compromisos establecidos o hacia alguien».
El peronismo define su día desde la lealtad. Puesto que -a pesar del paso de los años y las transformaciones coyunturales- los objetivo básicos del mismo (#JusticiaSocial, #IndependenciaEconómica y #SoberaníaPolítica) se consideran como valores insoslayables desde su cultura política popular.
Desde el 17 de octubre a la fecha, se encuentra en el centro de la escena política nacional de argentina y en la disputa ideológica continental. Aún cuando sus disidentes hayan querido -incluso- desaparecerlo por la fuerza (1955,1976, 2017).
17 de octubre: las ideas Los ideales no pueden desaparecerse
Los ideales no pueden desaparecerse. Quizás ahí reside un aprendizaje necesario para tod@s y cada un@ de l@s argentin@s. Debemos aprender a respetar a quien tiene sus propios valores, sus propios ideales e -incluso- respetarles por ello.
Como siempre digo, en lugar de querer desaparecer los problemas de la sociedad fomentando el odio y la persecución, hay que buscarles una solución con convicciones, sentimientos e ideales.
Podemos tener disidencia o no con sus valores, pero lo cierto es que transformó la historia de Argentina y del continente latinoamericano para siempre.
Al menos, eso es lo que uno aprecia en base al aprendizaje de la historia, la semiótica, la política y al andar en la vida diaria.
Foto: Archivo General de la Nación Argentina
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