Algo está pasando en el mundo. Algo grande. Aún no podemos verlo de manera clara, pero las estructuras del mundo y del sistema entran en una profunda crisis. Ya sea institucional, económica o la más profunda: de credibilidad.
Podemos hacer ojos son dos pero no podemos dejar de ver lo que viene pasando. En menos de una década, los golpes de Estado han vuelto a ser moneda corriente en Occidente, los Estados democráticos han disuelto el Congreso, juicios políticos,perdida de credibilidad en el sistema político-económico y religioso mundial, cuestionamiento de las estructuras patriarcales, cuestionamiento de las estructuras medievales de la institución religiosa más destacada del hemisferio, entre tantas otras.
En Latinoamérica, hubo al menos 4 golpes de Estaddo bajo un nuevo mecanismo (Bolivia, Brasil, Paraguay, Venezuela); Ucrania y Perú disolvieron el Congreso. Estados Unidos está enjuiciando a Donald Trump. Chile vive una verdadera revolución social luego de casi 50 años. En Rusia, renunció todo el gobierno luego de un discurso de Putin. La situación en Centroamérica está convulsionada desde hace más de una década.
La Iglesia Católica ha comenzado a denunciar abiertamente desde su entidad máxima (el Papa Francisco) la pedofília y ha comenzado a aceptar a los homosexuales como parte de su religión. Se cuestiona el sistema patriacal y la violencia de género a nivel mundial. El príncipe de Reino Unido renunció al trono.
Los Panamá Papers revelan un entramado de corrupción mundial sin precedentes. El juicio de Londres revela como las nuevas tecnologías manipulan las elecciones en países como Argentina, Brasil, Estados Unidos y Ucrania, entre otros. Han resurgido movimientos ultra-ortodoxos y conservadores que reivindican ideales alejados del mundo en que vivimos.
Echos aislados, pero no tanto
Parecen todos hechos aislados, distintos…pero no lo son. Todos los hechos tienen de fondo el cuestionamiento mundial sobre el sistema vigente. Sobre las estructuras del capitalismo y la democracia moderna. Sobre los sistemas económicos, políticos, sociales y religiosos. La crisis es estructural. Es humana. Lo único latente es la incertidumbre y todos los hechos tienen un solo punto de unión: la crisis financiera de 2008. El punto implosión del mundo. El momento en que el sistema colapsó en su propia burbuja, en su propia mentira.
Las estructuras del mundo y del sistema entran en una profunda crisis
Es imposible evitar preguntarse: ¿qué vendrá? ¿qué sucede?. Algunos especialistas hablan de la posibilidad del advenimiento de una crisis semejante a la de la Revolución Rusa de 1917 pero a escala mundial. Y la misma, más allá de las posturas político-ideológicas-espirituales de cada cuál, lo que planteó y género fue una transformación estructural. Significó el fin del zarismo feudalista y el inicio del comunismo que llevó a que -la actual Rusia- viva en una democracia de capitalismo social.
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Es difícil saber que sucede, más que vendrá…Lo que si es seguro es que, el mundo pide un cambio y, los que supuestamente lo han pregonando, son los que más miedo le tienen. Nunca el mundo se ha transformado tanto como en los últimos 50 años. Quizás el fin de la historia no sea el final de la humanidad, sino el que acaba con la hipocresía de la «única verdad».
Foto: Free-Photos
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