Desde hace ya un tiempo, la economía mundial se encuentra al borde del colapso. Frente a una situación que demanda cambios estructurales, surge una Conserve-reaction o reacción conservadora que busca mantener sus privilegios en el mundo.
Si uno observa este siglo, lo que más se destaca son los colapsos financieros de las economías mundiales. 2001 y 2008 entran como los destacados, pero ambos fueron salvados con enormes rescates propiciados desde los Estados. Detras de ellos hay un sistema en colapso que busca la manera de mantenerse en vigente. La reacción conservadora a lo largo y ancho del mundo lo deja entrever.
Reacción conservadora en Latinoamérica
En 2012, un golpe de Estado irrumpió en el Paraguay y se destituyó al presidente Lugo. Al poco tiempo, gobiernos conservadores comenzaron a acentarse en Perú y Chile. En 2015, se destituyó a Dilma Rousseff bajo un «golpe blando». Por su parte, en Argentina, gano Mauricio Macri; y en Brasil, tras un autoatentado, Bolsonaro se impuso tras impedir que Lula sea candidato. En Colombia, los conservadores también se impusieron. Los únicos dos países exentos de esa movida eran Venezuela y Ecuador. Venezuela fue el país utilizado para generar miedo al comunismo y garantizar acciones concretas (más allá de que lo que sucede en dicho país es un verdadero desastre). En el segundo, el candidato oficialista tras ganar la elección se entregó a esta reacción conservadora. En 2019, un golpe de Estado irrumpía en Bolivia.
(*) Cabe aclarar que, analizar este fenómeno, no significa que los gobiernos anteriores a esta reacción no cometieron errores o se tenga simpatía sobre ellos. Más bien, es una manera de comprender el contexto en que nos encontramos. Los procesos populistas han sido analizados en otras circunstancias.
La Conserve-reaction, una reacción conservadora en distintos puntos del mundo
El ex-presidente de la Argentina, Mauricio Macri, fue tan sólo un eslabón más de algo a nivel mundial llamado reacción conservadora en un momento donde la humanidad llama a conservarse tal como está o da un salto necesario para la subsistencia. Es decir, o realmente se da un cambio estructural o se fortalece el poder de las elites mundial. El caso del ex presidente argentin fue uno más de los que se ubicaron estratégicamente en distintos puntos del mundo para proteger dichos intereses.
Entre los que más se destacan en el mundo dentro de este proceso son Viktor Órban (presidente de Hungría), Petro Poroshenko (presidente de Ucrania), Pedro Pablo Kuczynski Godard (presidente de Perú), Jair Bolsonaro (presidente de Brasil), Mario Abdo Benítez (presidente de Paraguay), Iván Duque (presidente de Colombia), Sebastián Piñera (presidente de Chile), Jeanine Añez (dictatriz de Bolivia). Por solo nombrar algunos países y mandatarios destacados.
Pero esto paso también en Estados Unidos con Donald Trump. También se vio en Europa y en cada lugar a su modo… pero todas compartiendo un punto en común: una reacción de conservar los estamentos. En el medio, un planeta languideciendo por las inescrupolosidad ambiental. Y la necesidad de un cambio real en la manera en que se produce y comercia.
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