REFLEXIONES. La Argentina vive un momento cumbre donde esta en juego el pacto social. Sin un juicio justo, no hay Justicia. Sin Justicia no hay democracia. Sin importar como pienses, ni que postura tomes.
LA RUPTURA DEL PACTO SOCIAL COMO MODELO POLÍTICO.
La prescripción de Cristina significa la ruptura del pacto social de 1983. Nunca Más es Nunca Más. Si se juzga de esta manera, retrocedemos 40 años. No hay garantías. Organismos internacionales denuncian la persecución judicial.
Detrás de este juicio esta en tela de juicio la propia democracia. Si no me cree, el gobierno de Alberto Fernández sufrió al menos 10 intentos de golpes de Estado. Judiciales, mediáticos, económicos… y el problema es con Cristina. Que la quieras o no, el Estado de derecho debe serlo garantizado.
Lo cierto es que desde la oposición no hay una sola propuesta real, no hay un solo proyecto real. Y el lawfare es una herramienta perfecta para la prescripción. Si eso sucede, es porque saben que los números nos les dan. Pero muchachos, muchachas la democracia no se toca. Si la juzgan a Cristina de esta manera, pueden juzgar a cualquiera de la misma manera. Lo hicieron en Paraguay en 2012, en Brasil en 2015, en Ecuador en 2016, en Bolivia en 2018, Perú hoy en día y lo quieren hacer en Argentina.
Lo que sucede no es un hecho más, es el límite y si lo cruzan estarán dispuesto a todo. La derecha en Argentina ha demostrado historicamente estar dispuesta a todo. Desde fusilar pibe en Trelew, perseguir, desaparecer y tortura. Hoy lo hacen de otra manera. Pero si cruzan ese límite, sabemos que lo pueden volver hacer.
Es tiempo de abrir los ojos de una buena vez… porque un día vamos a despertar y el nuevo Plan Cóndor va a ser una realidad cargada de sangre. Sin un juicio justo, no hay Justicia. Sin Justicia no hay democracia. Sin democracia no hay libertad. No importa como pienses, ni que postura tomes.
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