Hay un movimiento que se basa en crear una grieta mundial y nos está llevando a la misma reacción conservadora de los años 646" crossorigin="anonymous">67172262249646" crossorigin="anonymous">30s. No es para tomarlo a la ligera.
Analizando lo que ha pasado en las elecciones PASO no puedo dejar de pensar al respecto. No por el resultado. No hay que cuestionar lo que el pueblo expresa en ellas, sino observar entender.
El gobierno de Alberto Fernández pierde las elecciones al permitir que los medios de comunicación nacionalicen una elección que es regional, por no responder a las necesidades de manera indicada a las necesidades que en la calle se ven reflejadas, por comunicar mal, por seguir la agenda de la oposición en lugar de gobernar, por un montón de otras cosas (como la famosa foto de Olivos).
Sin embargo, no puedo entender y creo que jamás podré entender como es posible que Cambiemos haya ganado la elección. No porque los votaron sino por quienes le votaron. Yo entiendo al magnate, al empresario, al gringo de campo que apoya ese modelo de país. Pero al carnicero, al que tiene un kiosko, al que apenas llega a ser clase media.. no puedo entenderlo.
El modelo es explicito desde el 22 de noviembre de 2015, día de mi cumpleaños, cuando María Eugenia Vidal sostuvo «Cambiamos futuro por pasado«. Y devaluaron, subieron las tarifas, recortaron el 50% del presupuesto de la educación y destruyeron la industria y el salario real. Pero no producto de una pandemia, sino producto de un modelo de país que ya tuvimos 3 veces (durante 1930, durante 1976 y durante 1990, esa era la cuarta vez).
No puedo entender como una persona, que trabaja, se rompe el ort… todos los días vota en contra de si mismo y su familia. ¿El mejor ejemplo? al otro día de ganar las elecciones, presentaron un proyecto para eliminar las indemnizaciones por despido. Un derecho conseguido con la sangre de muchos compatriotas (literalmente murió mucha gente para ello). Y la noticia se toma con total normalidad.
Los títulos que vencen a la realidad…
No es que no comprenda el marketing simplista que aplican ni las técnicas políticas de persuación (el duranbarbismo en ello ha sido brillantemente nefasto en toda latinoamérica).
Lo que no puedo entender es como una persona que a duras penas sobrevive hace cuatro años (porque hace 4 año que el país está en default), que vió deteriorarse su sueldo, que perdió derechos constitucional, que vio volver al FMI con el prestamos más insólito de la historia…y puedo seguir por más de 50 hojas… que esa persona vaya a votar y porque está enojado con Alberto Fernández y el peronismo, va y vota a quienes le dijeron: «vivíamos muy bien», mientras se timbeaban la Argentina y pasábamos de tener el salario en dólares más alto de la región a uno de los más bajos.
Cuesta materializar ese pensamiento. Yo entiendo al que se enojó y voto a la izquierda. Voto a Cachito X por enojo, pero votar a quienes realmente desmantelaron lo poco que habíamos conseguido… no lo puedo entender. Sobretodo porque lo votaron quienes perdieron esos derechos.
Y mira que lo veo incluso en mi familia. Personas que estudiaron gracias a que la educación es pública y quieren que se privatice. Que son profesionales por eso. Hasta conozco algunos que trabajan en ella y piensan así.
Volviendo a los años 30s, la grieta mundial
El siglo XXI es superador en la perdida de sentido de clase. Y no en el sentido marxista, sino más en el del sentido común. A punto tal que hace unos días vi a un pintor queriéndole explicar a un bioquímico como funciona el virus del Covid-19 y porque la vacuna no funciona.
Y los ejemplos como estos abundan. No es por menospreciar ninguna profesión, todas son necesarias. Todos tenemos un lugar en el mundo y debemos ocuparlo. Pero ocupar nuestro lugar hace que tomemos consciencia. La perdida de ella, lleva a que un tipo que vive en la villa vote a un modelo de país que se basa en la expropiación de terrenos para entregarselos a los gigante inmobiliarios.
Hay algo en el medio que no puedo entender. Tiene nombre y se está capitalizando en todo el mundo: se llama conserve reaction o reacción conservadora, la que promueve una grieta de odio mundial muy similar a la que se impueso en los 30s. Y es tan parecida a la que sucedió tras la primera guerra mundial y la pandemia de la gripe española, que asusta.
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