REFLEXIONES. Especialistas de todo el mundo informan que la llega de una Crisis Mundial de caracter descomunal es inminente. ¿Dónde estamos parados como país? ¿Por qué es importante analizar el contexto y abrir los ojos de una buena vez?
UNA CRISIS MUNDIAL DESCOMUNAL. Desde hace varios meses que las noticias del mundo no son nada buenas. Y eso que el Nivel de desinformación es descomunal. La guerra mundial iniciada en febrero (aunque en realidad inició con el golpe de Estado a Ucrania en 2014 y la farsa electoral que le siguió) ha desmarcado las economías del mundo. Tanto por el incremento del precio de los combustibles como también su escacez (sobre el gasoil, desde principios de marzo que les venimos avisando); pero también por la demanda de alimentos y el incremento de sus precios internacionales. Es que parece que Ucrania resulta ser el verdadero granero del mundo y en segundo lugar estamos nosotros.
A ello, hay que agregarle una inflación producto de la pandemia: no hubo país en el mundo que no emitiera dinero. Es más, EEUU sólo en 2020 emitió el 22% de todos los dolares que circulan en el mundo. Un dato: según la BBC, personas de Argentina poseen el 10% del total mundial aunque se desconoce su paradero («pasaron cosas»).
Una Crisis Mundial descomunal: ¿y el contexto?:
En ese contexto, la situación resulta sumamente crítica. Pero… bendito conector… uno no puede evitar cuestionarse:
1- ¿Cómo es posible que produciendo alimentos, en lugar de beneficiarnos nos este perjudicando? La respuesta clara está en las declaraciones del dueño de La Anónima ayer en la conferencia de la AEA. Solo basta con escuchar sus palabras y su tono socarrón.
2- ¿Cómo es posible que los costos energéticos se quieran ir por las nubes cuando somos un país productor que posee el segundo mayor gasoducto del mundo y tiene capacidad de autoabastecimiento en cuanto a otros combustibles? Argentina continúa teniendo subsidios estatales que hacen que la nafta esté por debajo de su precio real (aún cuando los sueldo hacen que parezcan mas altos).
Si uno observa, que Volvimos al FMI, que tenemos que ir a la Cumbre de las Américas prácticamente con la cabeza gacha, que ahora nos dicen con quien podemos comerciar y con quien no; dichas preguntas se responden solas. La libertad de mercado termina donde ellos quieren.
Hay algo que no me cierra. Y las cuestan son claras, hay que gente que se está beneficiando demasiado de la guerra. Demasiado de la pandemia. Demasiado de la desperanza que ellos mismos fomentan.
Se construye pero no se ve: ojos ciegos por el odio
Por otro lado, siguiendo en nuestro país, más allá de las falencias del presidente -que cada vez que habla se dispara en el pie solo-, el crecimiento de la obra pública en el país es descomunal. Desde la puesta en marcha al gasoducto más grande de latinoamerica (que beneficiará a la gente, no es para exportar) hasta lo más sencillo: cloacas, se vuelven a construir casas, se pavimenta, se hacen plazas. Pero eso parece no verse. Es como que todo está tapado.
Cada viernes viajo de La Toma a San Luis, en un tiempo récord se construyó un acueducto que buscar beneficiar a todos los productores que van desde el Dique El Saladillo hasta 4 esquinas.
Veo que se están construyendo barrios y casas en distintas localidades. En La Toma, viviendas sociales con calefones solares. Se pavimenta. Incluso se están haciendo puentes, circuitos viales, se abrió un hospital nuevo, escuelas, se vacuno al 90% de la sociedad no sólo con 1 ni 2 dosis sino con 3 dosis. ¡Y de forma gratuita! Y el que no se vacuno es porque no quiere. ¡Y solo se habla de las pálidas! Ante una Crisis Mundial descomunal no nos muestran la otra cara de la moneda.
No, Todos No Somos Vicentin.
Reitero, algo no me cierra. A mi también me cuesta llegar a finde mes cada vez más. Pero eso no implica que este ciego. No leer el contexto, que no ver que se hace realmente nos va a llevar a cometer el mismo error.
Porque no hay una sola plaza ni escuela en todo el país que se haya construido durante 2015 a 2019 y tuvieron todo a favor. Todo. Absolutamente todo. Hasta el rey de España, Donald Trump y el FMI los apoyaba… Y no hay nada para el pueblo. No dejaron más que odio.
La discusión es sumamente compleja pero hay que abrir los ojos de una buena vez. Sino vamos a seguir viendo un Renault 12 modelo 86 con carteles «Todos somos Vicentin».
No. Ellos son Vicentin. Nosotros somos los que vamos a pasar hambre.
El antiperonismo nos está llevando a niveles preocupantes que, en un contexto mundial, donde tenemos todo para crecer… incluso para dar prosperidad al país, estamos dejándonos boicotear por un sector minúsculo de la sociedad que ni siquiera le liquido los granos a Macri… cuando ya la levantaban en pala. Y hoy, en medio de la peor crisis de la historia de la humanidad «remarcan precios todos los dias» entre risas…