La hipocresía es algo que reina hace tiempo en este país. Los mismos que decían «Vacuna asesina» ahora hablan de un «plan de exterminio» y cuestionan «¿dónde están las vacunas?».
Este país es realmente único. Hace menos de 6 meses, en las paredes de San Luis -por dar un ejemplo solamente-, se veían las pintadas de «Vacuna = Muerte», «Vacuna asesina» sumado a una cobertura mediática constante que buscaba instalar la idea de una «infectadura«; mientras los fakes news del troll center posicionaba que «nos van a inyectar comunismo».
Tanta perdida de conocimientos básicos en la sociedad me recuerdan con pavor al futuro apocalíptico de la película «idiocracia«. Pero más que nada, me remarca una idea que ya es un hecho: la hipocresía de un sector de la sociedad no tiene limites.
Porque el mismo sector que mandó a pintar esas paredes y avaló esas pintadas, ese sector que protestaba en las plazas tratando de justificarse insólitamente con «el funeral de Maradona«; ese sector es el que hoy habla de por qué no llegan las vacunas.
Pareciera que no hay memoria en este país. Ya se que la tecnología nos ha sumergido en un momento histórico único donde la gente no recuerda que hizo la semana pasada; sin embargo, hay cuestiones básicas que no pueden perder en el tiempo. No se puede actuar con tanta ignorancia e impunidad en un momento tan crítico.
Como puede ser posible que una persona sin conocimientos posicione su palabra con más valor que la de un médico cuando de salud se habla y que los medios no solo lo permitan, sino que lo fomenten.
No es una Vacuna asesina, es simplemente una vacuna
Hoy en día, nuestro país no posee el acceso a las vacunas que necesitaríamos tener. Ahora bien, eso no significa que somos únicos en el mundo. Es algo que le pasa a prácticamente el mundo entero, salvo Estados Unidos. Y no es que le sobran las vacunas, sino que gran parte de su población no se quiere vacunar por el mismo discurso que intentaron instalar acá.
Curiosamente, si uno habla con las personas que avalaron esas ideas, se les asocia directamente con un modelo de país. Con un tipo de ideología concreta que generalmente ocultan bajo la ignomia del «yo soy apolítico».
Lo que no pueden obviar, es que esas pintadas que todavía se ven en las calles de San Luis …no es la única con este tipo, ya que las mandaron hacer desde un movimiento político concreto…ya sabemos cuál). Esas pintadas siguen ahí y junto a ellas, la hipocresía de quienes día a día buscan complicar todo, por un simple y triste modo de razonar en este país: yo nunca me equivoco. Y cuando se tienen que hacer cargo… o te agreden más fuerte, niegan la realidad… o peor, se excusan y te dicen: «pasaron cosas».
Obvio que pasaron cosas. Paso el macrismo por el país y el sector salud. Y después una pandemia por todo el mundo. Difícilmente saldremos de ésta si no nos unimos como país y dejamos de lado ese odio endémico que nos quieren instalar.
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