REFLEXIONES. Una economía al borde del colapso, un superministro y la esperanza, pero ¿desactivó realmente la bomba de tiempo?
Entre lo que dejó el préstamo más grande de la historia tomado con el FMI (llegado en el 20 de junio de 2018), más la pandemia y la guerra mundial iniciada formalmente en febrero de 2022, el contexto es complejo.
Sobre todo para la Argentina. Un país con una economía históricamente bimonetaria desde 1958, casualmente la primera vez que el FMI llegó al país. Pero también porque el comercio internacional se determina por esta moneda y no hemos encontrado una solución a ese problema grave.
Sumado al acuerdo que firmó Martín Guzmán con el FMI, aprobado por ambas Cámaras (tanto diputados como senadores y certificado por el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia), la invalidez de la deuda pasó a ser tema del pasado. Y la injerencia del Fondo nos llevó a un momento de olor explosivo en julio de 2022.
Es que al avalar legalmente el acuerdo, se avaló la deuda tomada por Macri. Y el contexto económico no ayuda. Incremento de la pobreza, sueldos pulverizados por una inflación galopante al precio del dólarR67172262249646" crossorigin="anonymous">30; dólar pujado por un sector que se enriquece como nunca con su devaluación y especulación constante. A ello, hay que sumarle que Rusia invadió Ucrania cuando la pandemia todavía no terminaba.
El sistema mundial cruje y el de Argentina parecía languidecer. De repente, Sergio «Tajai» Massa asumió como Superministro de Economía de la Nación. En un momento de tensión máxima.
Pero la pregunta es: ¿logró desactivar la bomba de tiempo?
Cambiemos dejo un 2001 listo para explotar…
Algo de lo que no se habla, es que Cambiemos, Juntos por el Cambio o cualquiera sea el nombre que le pongan en el futuro, dejó instalado un 2001 en potencia antes de irse del gobierno. Si no ganaban las elecciones con el dinero que el FMI con el aval de Trump les había prestado -algo que el propio fondo aceptó-, al menos dejaría un gobierno siguiente débil dependiente del FMI y en un contexto muy frágil. Para peor, ni 4 meses pasaron de la asunción de Alberto Fernández, que se declaró una pandemia mundial y el sistema mundial crujió de una manera única como no lo hacía desde 1930.
¿Massa logrará desactivarlo?
Si hay algo que caracterizará a 2023 es la incertidumbre. Por ello, responder esa pregunta de manera tajante resulta complejo y casi imposible. Hay oportunidades, pero ello significará profundizar el modelo macrista de entrega de soberanía. Tristemente. Hay algunas oportunidades como el ingreso al BRICSA y el abastecimiento de gas natural al mundo. Pero… el endeudamiento es una cadena atada al tendón de Aquiles de nuestro país. Mientras tanto, los parches van pateando los problemas para más adelante. Y de reojo, el superministro les dice: «Para vos que tajai 2001…»
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